Revista Cambio

10 años de lucha en Ayotzinapa

A una década de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, se sumó al laberinto en el caso de los estudiantes normalistas. Después del final de las reuniones en Palacio Nacional, la mandataria abrió un canal de comunicación para evitar una ruptura más profunda con la cuatroté.
Su respuesta obedece a regresar la investigación a lo local y quitarle presión al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador quien prometió esclarecer el caso desde 2018 y se corre el riesgo de heredar la indignación del colectivo de padres de familia agraviados al próximo sexenio.

El caso es polémico desde inicio. Evelyn Salgado tardó tres años en tener una primera reunión con los familiares de los desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014. Sin embargo, la estrategia, la encaminaron para regresar la responsabilidad al enemigo de Félix Salgado Macedonio, el exgobernador Ángel Aguirre Rivero.
Ahora, que Morena se encuentra afianzado electoralmente en el estado, ya no se tiene necesidad de recurrir a liderazgos de otros partidos ni tapar a quienes fueron aliados como Aguirre Rivero. El exgobernador fue un desecho del extinto PRD y un aislado para la cuatroté.

A final de cuentas, si el gobierno federal en el sexenio pasado fue responsable de la tardanza en atraer el asesinato de los estudiantes y de una indagación pericial cuestionada y de la llamada “verdad histórica”, el PRD debió ser señalado, desde el primer momento, como el directo corresponsable político, moral, histórico y procesal del crimen de los 43 normalistas.

A 10 años de aquella funesta madrugada, el escenario cambió y es el ideal. El PRD y sus dirigentes fuera del reflector y con el exmandatario Ángel Aguirre en el encordado, Evelyn Salgado comienza a tejer una nueva narrativa desde el ámbito estatal. En la que toma a los padres de los 43 y durante los próximos tres años que restan de su gobierno se suma a sus demandas y retoma el tema. Quizá no den resultados, pero el reactivar las búsquedas locales para dar con el paradero de los estudiantes les da un aliciente a los familiares de los 43.

Y es que, el exmandatario Héctor Astudillo, emanado del PRI en su momento, solo anunció una reestructuración radical de los cuerpos policíacos en la entidad al cumplirse un año de la desaparición de los 43 alumnos de la escuela para maestros de Ayotzinapa.

El gobernador Rogelio Ortega, quien asumió el cargo en sustitución del político Ángel Aguirre, solo fue un mero trámite de meses y evitar el estallido de una crisis política en el estado. Y Ángel Aguirre se separó del cargo en octubre de 2014, obligado por la crisis desatada por la desaparición de los alumnos de Ayotzinapa.
Evelyn Salgado obedeció y ya puso en marcha la operación a favor de Morena y darle al colectivo oxígeno desde una esfera de poder. Aunque se corre el riesgo de tener una interlocutora con muchas debilidades políticas y fragilidad en la negociación.