Por Marco Aquino
LIMA, 20 feb (Reuters) – La fiscalía y policía de Perú se encuentran bajo escrutinio tras el hallazgo esta semana de una joven activista feminista descuartizada, tres años y medio después de que fue reportada como desaparecida en un caso que ha conmocionado al país.
La abogada de la familia de la mujer de 23 años dijo el jueves que no sólo la policía mostró indiferencia ante la denuncia de su desaparición en agosto del 2016, sino que se tuvo que cambiar a dos fiscales para empujar una investigación que terminó con la aparición de los restos de Solsiret Rodríguez.
“Frente a denuncias de desapariciones de mujeres, lo que se sospecha es de la conducta de las mujeres, porque lo atribuyen a que se fueron con otra persona”, afirmó Ivone Mazassi.
“Esto es señal de que estamos definitivamente en una sociedad machista”, agregó la abogada en una conversación telefónica con Reuters.
El caso generó una fuerte reacción de rechazo y critica a la autoridad oficial en redes sociales, en un país donde los casos de feminicidio y violencia contra las mujeres han aumentado.
Solsiret Rodríguez, estudiante de sociología, fue una activista del movimiento por derechos de la mujer “Ni una menos”. El miércoles, decenas de mujeres protestaron frente a una sede policial en Lima alzando fotografías del rostro de la víctima, reclamando justicia y celeridad para resolver el caso.
Perú registró el año pasado 168 feminicidios, la cifra más alta en la última década, según el Ministerio de la Mujer. Y un 85% de los feminicidios fue realizado por una pareja o expareja de la víctima, según el reporte publicado a inicios de año.
Los restos de Rodríguez, quien era madre de dos niños, fueron encontrados en la casa de la pareja de su cuñado en un barrio de Lima, donde vivía junto al padre de sus hijos.
Andrea Aguirre -la pareja de su cuñado- confesó el martes que tras una discusión con Rodríguez el 23 de agosto del 2016 la víctima cayó de cabeza al suelo y murió. Luego llamó a su novio y juntos descuartizaron el cuerpo y lo guardaron en cajas de plástico, según la policía que reabrió el caso el año pasado.
La policía había arrestado la semana pasada a Aguirre y su novio Kevin Aguirre luego de verificar que mensajes enviados del celular de Rodríguez no habían sido escritos por la víctima, sino por la pareja y principales sospechosos del crimen.
“Kevin había estado hostigando sexualmente a Solsiret. Ella lo había rechazado y señalado varias veces”, afirmó Mazassi.
El ministro de Interior, Carlos Morán, recibió el jueves en su despacho a los padres de Rodríguez, a quienes les pidió “perdón en nombre del Estado peruano” por la negligencia e insensibilidad que mostraron sobre el caso las autoridades políticas y policiales, según un Twitter del portafolio.
“Comprendo la indignación de la familia por esta negligencia punible de algunos policías e incluso del ministro de Interior de ese entonces, quienes no tuvieron ni proactividad ni sensibilidad para impulsar la investigación”, afirmó Morán.
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(Reporte de Marco Aquino, Editado por Juana Casas)