Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México participan en un proyecto internacional que centra su análisis en el cáncer en población con virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Alejandro Mohar, investigador de la Unidad del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBM), señaló que el propósito es ayudar a quienes están en mayor riesgo de padecer cáncer cervicouterino y anal por ser portadores de VIH, y que pueden ser detectados mediante la presencia del virus del papiloma humano.
Dijo que en esta investigación participan el IIMB y la Facultad de Medicina de la UNAM y el Instituto Nacional de Cancerología, junto con el Instituto Nacional de Cancerología y las universidades de San Francisco y Puerto Rico, con apoyo financiero de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos.
Explicó que el proyecto intenta vincular la parte epidemiológica con la clínica y molecular, para crear un modelo predictivo e incorporar un estudio clínico con un probiótico (bacterias beneficiosas), en un grupo aleatorio.
Se pretende, destacó, que la población con recurrencia de cáncer pueda evitar una intervención quirúrgica, que afecta la calidad de vida, la fertilidad y el desarrollo ginecológico (de las pacientes).
Manifestó que de los 18 millones de casos de cáncer que se registran al año en el mundo, cerca de 2.2 millones (13 por ciento) se asocian a infecciones, incluidas las virales y que en México la cifra es mayor porque el cáncer cervicouterino, gástrico y el hepatocarcinoma rebasan ese porcentaje, dijo.
El científico resaltó que en el ámbito de salud pública y de la epidemiología, prevenir infecciones por Helicobacter pylori, vacunarse contra la hepatitis B, tener tratamiento contra hepatitis C, o erradicar el VPH con una vacuna, eliminaría más de dos millones de casos de cáncer. “Hemos trabajado en esa relación, en buscar esa interacción para prevenirlo”.
Señaló que tan solo en el Instituto Nacional de Cancerología, “al año vemos más de 350 pacientes con cáncer cervicouterino, y 150 con cáncer de cabeza y cuello; dentro de ese grupo, la población con mayor riesgo es la de portadores de VIH”, concluyó.