Revista Cambio

CNDH sin dedazo

Contrario al pasado reciente en el que Rosario Piedra, impulsada desde Palacio Nacional, llegó a la presidencia de la CNDH y su trabajo, de defensoría del pueblo, fue opacado por el histrionismo político y protagonismo desde la secretaría Ejecutiva encabezada por Francisco Estrada, ahora, los senadores del bloque oficial van sin línea.
La presidenta Claudia Sheinbaum deslindó, con tiempo, cualquier viso de sospecha de “dados cargados” como ocurrió hace cinco años con la llegada de Piedra Ibarra y una facción del grupo Eureka.
“Que decida el Senado, no voy a orientar hacia una u otra persona, entiendo que en estos días se abre ya la convocatoria y que decidan las y los senadores”, señaló la presidenta Claudia Sheinbaum.
Con esta señal que da claro que el nuevo Ombudsman dejará atrás la sombra de la militancia abierta en Morena como ocurrió hace un lustro.
Y es que recientemente las Comisiones Unidas de Derechos Humanos y de Justicia del Senado aprobaron en lo general y lo particular el proyecto de convocatoria para la elección de la persona presidenta de la CNDH para el periodo 2024- 2029, con ello entra en disputa la presidencia del organismo autónomo.
A partir de mañana las asociaciones civiles, organizaciones sociales, instituciones académicas y de investigación, colegios de profesionales, organismos públicos, colectivos de derechos humanos y de víctimas, entre otros, podrán postular a candidatos.
Posteriormente, los aspirantes deberán comparecer de manera pública el 24 de octubre, a partir de las 10 horas, ante los y las legisladoras de las comisiones dictaminadoras; finalmente, a más tardar el 8 de noviembre se dará a conocer el resultado, al elegido para encabezarla.

Los aspirantes son:

Y es que a Rosario Piedra la dejó mal parada una carta que circuló profusamente en manos de los senadores de todas las bancadas, hace dos semanas, en la que trabajadores del organismo autónomo, señalan un “despilfarro inmenso de los poco más de mil 798 millones de pesos de presupuesto anual, de los que 81 por ciento se ejerce en el capítulo 1000 Servicios Personales”: dietas, haberes, sueldos base al personal permanente, remuneraciones por adscripción laboral en el extranjero y retribuciones por adscripción en el extranjero.
El lastre con el que cargó la CNDH durante cinco años fue la militancia abierta de Rosario Piedra hacia Morena y la agenda personal de la lucha de desaparecidos que emprendió desde San Jerónimo.
Durante ese mismo tiempo, los Consejos Consultivos fueron desmantelados, las visitadurías fueron pagos de cuotas políticas y en otros casos la improvisación de sus titulares dieron al traste con un proyecto que se quedó en el tintero y que sería la conversión de comisión a defensora del pueblo.
Ahora, en la recta final de este periodo de Rosario Piedra al menos hay 12 interesados en ocupar su lugar y dotar de más vigor a una CNDH y no actuar por consigna de grupo político.