Revista Cambio

La nueva normalidad

En últimos informes oficiales, se adoptó el término “la nueva normalidad”. Este se refiere al regreso escalonado que pretende realizar el gobierno de México, para poco a poco reanudar actividades en distintos sectores económicos de nuestro país. México, como el resto de los países del mundo, busca reabrirse de manera ordenada y siguiendo protocolos que garanticen las medidas de salud pública.
México aún se encuentra en fase 3 por Covid-19; sin embargo, hay más de 900 municipios que retomaron actividades este 18 de mayo, debido a la baja tasa de infectados por coronavirus.
Se espera que el resto del país y la Ciudad de México puedan seguir esos pasos, con el plan de acción llamado “Hacia una nueva normalidad”. Hasta el 15 de junio, la Ciudad de México se encuentra en semáforo rojo, pero es partir de ahí que se espera un crecimiento gradual para todos los sectores del país. El semáforo consta de 4 colores, donde el verde significa el regreso a la nueva normalidad: regreso de actividades educativas, regreso a oficinas, apertura de antros, bares y gimnasios; todas estas con medidas de distanciamiento e higiene para contención.

El coronavirus y el confinamiento ha impactado a la población mundial en muchas maneras: económicamente, socialmente, psicológicamente, por nombrar algunas. Es por eso que, la población está reaccionando de distintas maneras ante esta “nueva normalidad”, demostrando que no importa tu posición económica, clase social, edad o género, el coronavirus llegó a afectar a todos.
Juan Salvador Rosas es piloto de una aerolínea comercial mexicana. Él, como muchos mexicanos, espera el regreso a lo que estaba acostumbrado. Aunque, considera que la adaptación de todos a esta nueva normalidad puede generar un caos, lo cual le causa inquietud: “Tenemos que estar conscientes de que ese regreso, no va a ser como antes. Tiene que ser un regreso paulatino.” Espera el restablecimiento de la economía, aunque no sabe cuando podría regresar a la comodidad con la que antes vivía.
La industria aérea sufrió un gran impacto económico, debido a la gran cantidad de vuelos y rutas canceladas. Juan Salvador Rosas confiesa que extraña salir a hacer ejercicio a la calle, por lo que después de esta cuarentena es una de las cosas que hará primero. Además de visitar a su familia y amigos. Según el plan de la “nueva normalidad”, los parques podrán abrir en un 30% de su capacidad, una vez que el semáforo se encuentre en naranja.
En tanto, Rubén Rosiles es un joven arquitecto que reside en la Ciudad de México. La principal inquietud que le genera salir de esta cuarentena es el inicio del regreso a la normalidad, porque cree que los contagios pueden aumentar. Además, le resulta preocupante pensar en las personas que no acatan las reglas de protección civil, y que, aunque sea un regreso escalonado, el coronavirus llegó para quedarse.
El sector de construcción del país paró más del 70% de los proyectos privados y públicos, por lo que la reactivación de la economía es un aspecto que le preocupa a Rubén: “Se necesita una inyección fuerte de capital para poder reactivar el sector.” No sólo afectó a arquitectos y constructores, nos comparte su preocupación sobre otros empleados, como maestros de obras, albañiles y peones, que perdieron ingresos y que dependen de pagos semanales. Él también expresa su deseo por visitar a su familia que vive en Guanajuato y Querétaro, aunque no pueda hacerlo tan rápido como le gustaría.
“No me gustaría arriesgar a mi familia que vive en ciudades con población más pequeñas y donde seguramente el virus nunca llegó, por lo que lo pensaré 3 veces antes de arriesgarlos”. Una cosa más que le gustaría hacer, es aprovechar las ofertas que habrá en muchos establecimientos.
Por otra parte, hay muchos jóvenes estudiantes preocupados por la situación actual. Sheila Juárez es estudiante de su último semestre en ingeniería química en la Universidad Nacional Autónoma de México. Al igual que Juan, Sheila también considera que la adaptación es lo que más difícil le parece de este regreso a la nueva normalidad: “Adaptarse no es para todas las personas. La parte más difícil es que, realmente tenemos que seguir con medidas de prevención.”
Señala que es preocupante que exista una escasez mundial de equipo de protección médico básico, de esta manera la adaptación se volverá más complicada. Reconoce que vive en la ciudad más poblada del país, y aunque sea un regreso escalonado, habrá quienes no acaten las órdenes de manera disciplinada, “es muy difícil atender a un sector que no quiere ser atendido.”
Como en muchas escuelas, la pandemia afectó los planes de graduación de muchos estudiantes, incluyendo los suyos. “Lo primero que tengo que hacer después de esta cuarentena es recoger mi fotografía de generación a la tienda física.” Además de querer visitar a su familia en Acapulco, de ser posible y con todas las precauciones necesarias.
Por último, dentro del sector salud, Teresa Aguilera es terapeuta en comunicación humana. Ella, como muchos otros, teme que la cuarentena acabe y todos salgamos a la calle antes de tiempo: “así no se controlará la epidemia, si la gente está saliendo antes.”
Lo más difícil que le parece de este cambio, es que las reglas pueden no ser claras, de ser así, no se tomarán las medidas pertinentes para un nuevo contagio. En aspectos laborales, el trabajo de Teresa ha disminuido en un 90%, debido a que sus terapias no pueden ser realizadas a determinados niños dentro de la modalidad en línea: “Lo primero que haré después de esta cuarentena, es ir a trabajar”.
Aunque se espera que en 15 días que se termine con el semáforo rojo, será necesario acatar las medidas de prevención y mantener la sana distancia por un tiempo extra.

 

Estrella Rosas Orozco