- En la reunión del 1 de mayo en Palacio Nacional, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, los dirigentes sindicales dejaron de lado aquellas multitudinarias concentraciones y renovaron su relación con el poder político.
Los líderes sindicales mudaron la añosa estructura corporativista. Ricardo Aldana, del STPRM, Alfonso Cepeda, del SNTE, Martín Esparza, del SME e Isaías González, de la CROC dan un siguiente paso en su carrera y se acomodan en las postrimerías de la primera etapa transformadora del país.
En la reunión del 1 de mayo en Palacio Nacional, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, los dirigentes sindicales dejaron de lado aquellas multitudinarias concentraciones bajo las siglas del PRI y renovaron su relación con el poder político en turno.
La mayoría de los dirigentes sindicales, a través del pago de cuotas por sector partidista o canonjías, a la par hicieron carrera política, principalmente como diputados y senadores. Ahora, los vientos de renovación los llevan a incrustarse con el nuevo régimen político gobernante desde 2018.
De acuerdo con el análisis de la organización Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, en el país, “los sindicatos no siempre han sido sinónimo de lucha obrera. La corrupción, los líderes vitalicios, la alineación con el Estado y la falta de democracia en la organización de sus filas han degenerado en la creación de la figura del ‘charro sindical’”.
Ricardo Aldana Prieto fue diputados por el PRI en dos ocasiones de 2006 a 2009 y de 2012 a 2015. Y ocupó un escaño de 2000 a 2006. No solo era el pago al sindicato petrolero por parte del revolucionario institucional, sino que se trató de un añoso acuerdo a raíz de lo que se conoció como el Pemexgate. Además, de obtener fuero por la serie de denuncias presentadas en aquellos años en su contra y de Carlos Romero Deschamps.
El caso de Alfonso Cepeda, dirigente del SNTE, no es ajeno a esa diáda poder político sindicatos. Excolaborador de Elba Esther Gordillo y al partido Nueva Alianza hasta antes de 2018 tenía objetivos políticos claros trazados a través del sindicato y el PRI, nueva Alianza y PVEM.
Ahora, a través de esa cercanía con el poder, el maestro Cepeda se enfila a ocupar un escaño vía plurinominal de la mano del partido en el poder.
Otro caso de cercanía es el del “eterno” dirigente de los electricistas Martín Esparza, dirigente del SME, a lo largo de su trayectoria sindical reforzó vínculos con el PRD durante la etapa del presidente Andrés Manuel López Obrador y con el Partido del Trabajo de la mano de Alberto Anaya. Incluso, por esa relación en 2009 lo llevaron como asesor de los diputados petistas.
Finalmente, Isaías González, dirigente de la añosa CROC es otro caso, de poder político y hermandad con un sindicato, a través de la central obrera fue diputado en tres ocasiones a través del revolucionario institucional.
También es de los que encontraron en el periodo transformador del país, el niño para colarse y retomar las prácticas corporativistas.