Velásquez, de 54 años, se encontraba hospitalizado recibiendo tratamiento paliativo desde el pasado 31 de diciembre a causa de un cáncer de esófago en fase terminal, que padecía con metástasis en los pulmones e hígado.
La información fue dada a conocer por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), que confirmó su muerte en el Instituto Nacional de Cancerología, ubicado en Bogotá.
#ComunicadoDePrensa El INPEC informa que Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias “Popeye” falleció en la madrugada de hoy. pic.twitter.com/acjCv5LN9s
— INPEC Colombia (@INPEC_Colombia) February 6, 2020
La historia de “Popeye”
John Jairo Vásquez Velásquez nació en 1962 en un pequeño pueblo de Antioquia, Yarumal, como el cuarto hijo de un matrimonio de clase media.
Le decían “Popeye” por su mentón pronunciado, el cual se operó entre otras cirugías que al final ya eran evidentes.
Estuvo en la Armada y en la Policía hasta que un día fue a la hacienda Nápoles, la finca de Escobar.
En 2009, le dijo a la revista Don Juan: “Un día un ingeniero amigo me dijo que lo acompañara a una finca donde debía realizar un trabajo. Fuimos a la hacienda Nápoles y vi armas, mujeres bellas y animales exóticos y pensé: ‘esto es lo mío'”.
“Vi a ese señor (Pablo Escobar) y sinceramente vi a Dios. Desde ese momento hice todo lo que estuvo a mi alcance por estar cerca de él. Luego me convertí en conductor de su organización y después integré la banda de sicarios que trabajaba para el Cartel”.
Según declaraciones de miembros de la policía, Popeye era uno de los sicarios más difíciles de capturar.
Ha cumplido penas de prisión desde 1992 por diversos delitos que van desde el terrorismo y el narcotráfico hasta el asesinato.
Entre otros crímenes que se le adjudican se encuentran los asesinatos del director del diario El Espectador, Guillermo Cano; el excandidato presidencial Luis Carlos Galán, el exprocurador de la Nación, Mauro Hoyos, e incluso el de su propia pareja, tras una orden de Escobar.
Tras cumplir 24 años de prisión, ‘Popeye’ salió en libertad en 2014, después de una controvertida decisión.
Cuatro años más tarde, tras ser detenido en mayo de 2018, regresó a prisión condenado por extorsión y asociación para delinquir debido a que presuntamente habría amenazado a dos familias en Medellín y exigido el pago de 50.000 dólares a cambio de no tomar represalias en su contra.
Según sus propias declaraciones a medios de comunicación, Velásquez es responsable directo de 300 asesinatos entre Medellín y Bogotá, principalmente, organizó la muerte de otras 3.000 personas y participó en actos de terrorismo contra la Fuerza Pública y la población.