El hospital Huoshenshan, bautizado así por un dios del fuego, se ha construido en solo dos semanas, en un intento de las autoridades por frenar la expansión del brote de coronavirus, que ya ha infectado a más de 17.000 personas en todo el país
Las autoridades lo han abierto en tiempo récord, esta ubicado en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei.
El nuevo centro, que cuenta con una plantilla de 1.400 trabajadores sanitarios y dispone de 1.000 camas, está preparado para recibir pacientes desde este lunes, según ha contado el director del hospital, Zhang Siming.
El Gobierno está tratando de calmar la preocupación por los efectos del brote de coronavirus en la economía de China, en un momento en el que el índice bursátil de Shanghái ha caído un 8,7 por ciento en su reapertura este lunes tras el Año Nuevo chino
“Estamos completamente confiados y seremos capaces de minimizar el impacto epidémico en la economía”, ha dicho Lian Weiliang, subdirector de la Comisión de Reforma y Desarrollo Nacional.
El último balance del brote del nuevo coronavirus es de 361 muertos, una cifra que supera el balance que dejó el brote de síndrome respiratorio agudo severo (SARS), que acabó con la vida de 349 personas entre finales de 2002 y 2003.
Las autoridades tienen previsto terminar esta semana un segundo hospital, el Leishenshan, cuyo nombre significa la montaña del dios iluminado.