Decenas de estatuas de figuras relevantes del Reino Unido podrían retirarse debido a sus vínculos con la esclavitud. Esto se debe, en gran medida, a las protestas que se han llevado a cabo durante las últimas semanas del “Black Lives Matter”. Hecho que ha provocado que el Consejo británico prometa revisar todas las estatuas y su relación con la esclavitud.
Sin ir más lejos, en los últimos días se han derruido en Reino Unido dos monumentos de figuras relacionadas con la esclavitud. La primera de ellas dio lugar en las manifestaciones antirracismo en Bristol, que derribaron la estatua de Edward Colston. Antiguo comerciante y diputado inglés del siglo XVII, conocido por tener el monopolio del comercio de esclavos desde 1662. Las autoridades competentes se encargaron de retirar la otra estatua del esclavista Robert Milligan. Se hallaba en los muelles que él fundo, en West India Quay, al este de Londres.
Ante estas manifestaciones de los activistas, el Primer Ministro Boris Johnson ha condenado actos como el derribo de la estatua en Bristol.
El grupo laborista de la Asociación de Gobierno Local (LGA) ha anunciado una revisión de las estatuas del Reino Unido, que ha sido forzada por las continuas protestas por el asesinato de George Floyd. Las protestas no han cesado en las últimas semanas y el pasado martes fue el funeral de Floyd, por lo que se han visto imágenes de manifestaciones pacíficas.
En Londres, los manifestantes guardaron un minuto de silencio (y de rodillas) coincidiendo con el funeral de Floyd. Después marcharon, en un gesto simbólico, desde la estatua de Nelson Mandela, en la Plaza del Parlamento, hasta Downing Street. En Oxford, la multitud se manifestó en la universidad de la ciudad por la eliminación del monumento del imperialista Cecil Rhodes.
Pero las protestas han llegado más lejos. Ya han surgido una serie de peticiones que exigen que se retire la estatua del dos veces primer ministro británico, Robert Peel en los jardines de Piccadilly en Manchester. Sami Pinarbasi, quien ha organizado esta petición, justifica que la figura del antiguo primer ministro es un “icono del odio y el racismo”.
Sin duda, la muerte de George Floyd ha agitado el cisma racial que existe en el Reino Unido y ha servido de aliento para las protestas por la eliminación de un pasado muy relacionado con la esclavitud.