Una de la series más famosas y controversiales desde donde uno quiera verlo y que continúa sorprendiéndonos es South Park, no podemos negar so constante superación al peor sentido.
En la actualidad se encuentra durante la temporada 23 y cada episodio se a descrito un uso de comedia más allá de la negra, burlándose de corporativos, maltrato a los migrantes, entre otros contextos. Fue creada por Trey Parker y Matt Stone para el canal de Comedy Central, pero se encuentra llena de elementos sexuales, bromas de mal gusto, causando que se encuentre en el ojo de las críticas y mucho más por su reciente capítulo “Board Girls”.
En él aparece un personaje que comparte su parecido con el luchador profesional estadounidense Randy Savage, que fue una estrella en los años ochenta y noventa, quien dice que su nombre es Heather Swanson cuando se presenta y gana una competencia llamada Strong Women Competition. Su cuerpo es demasiado musculoso, y tanto eso como su barba y su voz ronca son todo un contraste con quien dice ser, lo que hace que los personajes presentes, incluyendo a los jueces de la competencia, se los vea avergonzados y sin saber qué decir al respecto.
A generado en las redes reacciones por muchos usuarios, condenando la serie, entre otros fanáticos, no están sorprendidos por lo que hicieron, al no ser la primera vez que se encuentra en este punto la serie South Park, discriminando a las personas transexuales, de igual forma a los transgénero
De acuerdo con lo que se recoge en IndieWire, la serie ya intentaba sumergirse en la transfobia desde 2005, cuando Herbert Garrison, más conocido como el sr. Garrison, uno de los primeros profesores que tuvieron los protagonistas, se convierte en mujer. Durante el primer episodio de la temporada número 9, titulado “Mr. Garrison’s Fancy New Vagina” hay decenas de creencias ofensivas y falsas sobre las personas transgénero.
Cuando el sr. Garrison se presenta a sus estudiantes como una mujer, los protagonistas empiezan a considerar la idea de operarse para convertirse en hombres negros y altos para poder jugar baloncesto. A eso el doctor que operó a Garrison lo define como una “negroplastia”, y por si fuera poco, en cuanto el profesor se da cuenta que la operación no significa que podrá quedar embarazada, como lo haría una “mujer normal”, empieza a reclamar al doctor al decir “no soy una mujer realmente, solo un tipo con un pene mutilado. Me convirtió en un fenómeno”.
Al parecer eso les pareció poco, porque lo que siguió fue un episodio dedicado a atacar a lesbianas, pero protagonizado nuevamente por Garrison, como si se tratara de un comodín para sus tramas sobre los géneros y la sexualidad. En uno de los episodios de la temporada número 11, acude a un bar donde otras mujeres se le insinúan y aunque primero estaba invadida por el nerviosismo le terminó por gustar la idea de que se le acerquen, pero las bromas sobre lo que hacen o no las mujeres en la intimidad fue en lo que más se centró su guión, que no solo provocó enojo sino que resultó patético por contar un chiste desactualizado.
Que South Park continúe haciendo eso casi 15 años después, quizás con la única intención de generar polémica y reproducciones de sus episodios, vuelve a confirmar que la producción no existe porque considera que tiene una historia para contar, sino porque solo busca seguir su propósito: incomodar al espectador, lograr un impacto negativo y disculparse después para seguir como si nada hubiese pasado. A estas alturas, el único verdadero chiste, y si es que realmente hay uno, sería recordar que hay gente que escribe la serie para que después salga al aire.