Luego de 95 años, la capital de los Estados Unidos puede festejar un título en el ‘Rey de los Deportes’. Houston, tenemos un problema y ese es que ayer en el séptimo juego de la Serie Mundial los Washington Nationals derrotaron 6-2 a los Astros.
El escenario estaba listo, el Minute Maid Park quería ser testigo por primera vez de una coronación de sus Astros en casa; sin embargo, antes tendrían que superar a los sorprendentes Nationals que durante toda la campaña se sobrepusieron a los pronósticos desfavorables.
El cuadro tejano inició con Zach Greinke, una de sus joyas, en la lomita, y contrario a la tónica de los seis juegos anteriores, en este séptimo partido no se ‘tundieron a palos’ en la primera entrada. La espalda de Max Scherzer por fin le permitió jugar; sin embargo y como era de esperarse, el abridor de los ‘Nats’ lució errático y permitió un solitario cuadrangular a Yuli Gurriel en la parte baja de la segunda entrada para que los Astros se fueran arriba en la pizarra.
Pese a que constantemente permitía corredores en los senderos, Scherzer se quedó en el diamante por cinco entradas completas y justamente en el quinto capítulo Washington lo pagó: Carlos Correa sacó una línea por tercera para traer al plato a Gurriel y poner el juego 2-0.
Greinke estaba dando un partidazo pero llegó la fatídica séptima entrada y todo se vino abajo. Anthony Rendón le pescó el cambio de velocidad y conectó un solitario cuadrangular para poner a los Nationals en la pizarra. Will Harris entró al relevo tan sólo para permitir un “home run” de dos carreras de Howie Kendrick. El pitcher mexicano Roberto Osuna entró en la octava a intentar apagar el fuego, pero permitió carrera de Adam Eaton gracias a un imparable del polémico Juan José Soto.
El ex Azulejo de Toronto no duró ni una entrada completa en la lomita. El otro lanzador mexicano de los Astros, Roberto Urquidy, ingresó en el noveno episodio para intentar componer el cochinero que le dejó Joe Smith; pero con la casa llena y un sólo out, el sinaloense no pudo hacer la proeza y permitió otras dos carreras de los Nationals.
De esta manera, la capital de los Estados Unidos obtuvo primer título de Serie Mundial desde 1924, cuando lo ganaron los Washington Senators. Además, es la primera que gana sobre el diamante la franquicia de los Nationals, pues cuando eran los Expos de Montreal lograron el campeonato de 1994 pero les fue otorgado ‘en la mesa’.