Han sido semanas muy complicadas para Boris Johnson. El primer ministro británico intenta encajar ahora las duras críticas a su gestión sobre la pandemia del coronavirus. Una enfermedad que ninguneó en un principio y que le acabó llevando a la UCI durante unos días. Un contagio que provocó la cuarentena y el aislamiento de su mujer, Carrie Symonds. Su avanzado estado de gestación supuso un elemento más de tensión y nerviosismo.
Pero con el paso de los días y tras salir del hospital, Boris Johnson ve ahora las cosas de otro modo. Defiende las medidas de control y aislamiento mientras gestiona el impacto de la enfermedad en las residencias de ancianos, golpeadas como en España por el contagio y la falta de medidas de protección.
Boris Johnson y Carrie Symonds sonríen por fin
Un nuevo espíritu en el que seguro que ha tenido mucho que ver la llegada de un nuevo miembro a su familia. Algo que no se esperaba hasta dentro de unas semanas, pero que al final se ha producido esta pasada madrugada. El nacimiento del hijo de Boris Johnson y Carrie Symonds se ha adelantado considerablemente. En el breve comunicado que se ha hecho público se afirma que el pequeño se encuentra en perfecto estado.
«El primer ministro y la Sra. Symonds están encantados de anunciar el nacimiento de un bebé sano en un hospital de Londres a primera hora de esta mañana», afirma la nota. En la misma, ambos agradecen el trato recibido por la sanidad pública británica: «El primer ministro y la Sra. Symonds quisieran agradecer al fantástico equipo de maternidad del NHS». Se trata del quinto hijo para Johnson, que es padre de otros cuatro pequeños de su relación anterior con Marina Wheeler. En septiembre de 2018 anunciaron su separación.