El 21 de abril de 1914, sin previo aviso ni declaración de guerra, pero sí con pretextos baladíes, marines norteamericanos desembarcaron en el puerto de Veracruz. De inmediato, los alumnos de la Escuela Naval y el pueblo, se apresuraron a defender el puerto. La lucha fue desigual y, en algunos casos, se logró rechazar la invasión, pero el cañoneo de los acorazados invasores, y la superioridad numérica y de armamento del enemigo, obligaron a los patriotas defensores a ceder, y Veracruz quedó en manos estadounidenses. Destacó en la defensa del puerto, el teniente José Azueta, quien con una ametralladora, logró detener el avance invasor varias horas, así como los cadetes Virgilio Uribe, Eduardo Colina, Ricardo Ochoa, Diego Martínez Corona, Mario Rodríguez Malpica, García M. Martínez y José Gómez Alcalde, entre otros.
La intención del gobierno estadounidense era intervenir en la Revolución Mexicana, para darle un rumbo conforme a sus intereses, lo que no logró, gracias al patriotismo del pueblo mexicano, que frustró sus planes. Por tanto, el puerto de Veracruz fue desocupado en noviembre de 1914, sin condición o acuerdo alguno, que afectara o menoscabara la dignidad, el honor y la soberanía nacionales.
De inmediato, el puerto fue ocupado por tropas constitucionalistas, leales a Venustiano Carranza.