Revista Cambio

Calor apocalíptico

Los eventos extremos de temperatura aumentan en el país, el termómetro ha marcado los 45 grados centígrados y alerta los sistemas de salud, ya que los golpes de calor y las enfermedades diarreicas amenazan a los ciudadanos.

La especialista de la UNAM, Graciela Binimelis de Raga, del Grupo de Interacción Micro y Mesoescala, explica que las ondas de calor, definidas de acuerdo con el estudio de Ernesto Jauregui en 2009, son periodos de tres o más días, con temperatura mayor a 30 grados y una temperatura media mayor de 24 grados centígrados, para el caso de la Ciudad de México.

Con base en dicho estudio que analizó esos fenómenos en la capital del país, desde 1880 hasta 2005, los meses con mayor número de olas de calor son abril y mayo, seguidos por marzo y junio con menor incidencia. En la mayoría de los casos duran de tres a seis días; las de más de 10 días, sólo se han registrado en cinco ocasiones en ese periodo.

La experta puntualizó que su frecuencia por década ha aumentado sistemáticamente. Además, acrecientan su intensidad por factores como baja humedad en el suelo. “Notemos que gran parte del territorio nacional registra sequía severa y extrema”.

A esto, José Martín Cortés, meteorólogo de la plataforma global Meteored, añade el fenómeno climático de El Niño tiene periodos de retorno de cada 2 a 7 años en promedio, es decir, es cíclico, intercalado por las fases neutra o La Niña. Sobre el mar, aguas cálidas se desplazan desde Indonesia hacia Sudamérica a través de las ondas de Kelvin, mientras en la atmósfera los vientos en las celdas de Hadley y Walker se acoplan generando anticiclones y bajas presiones, resaltando aquí el anticiclón (subsidencia) que avanza desde el Pacífico hacia México y Centroamérica, situación que está ocurriendo actualmente.

Dicho anticiclón ingresó al país por el occidente y se extendió gradualmente hasta ocasionar un gran calentamiento desde finales de abril y hasta inicios de junio de 1998. En este periodo, los valores récord en algunas ciudades siguen vigentes en ese mayo como Ciudad de México con 33.9 °C el 9; 39.2 °C en Cuernavaca el día 8; 34.3 °C en Puebla un 9 de mayo; 31.4 °C en Pachuca el día 6; 44.9 °C en Monterrey el día 15 pero de junio entre otras ciudades.

En tanto, la especialista de la UNAM, añade que los impactos del fenómeno son en la salud humana, porque se pueden presentar deshidratación y golpes de calor que llegan a ser mortales, sobre todo en infantes y adultos mayores. Se observan también en la agricultura, por daños a los cultivos recién germinados.

Asimismo, detalló, se registran incendios forestales generalizados, “atípicos para la climatología que hemos evaluado”. Mayo ha sido el mes con mayores siniestros de este tipo, y en junio disminuyen; sin embargo, lo que vemos actualmente es que hay más incendios debido a periodos sin lluvia. “Es anómalo”.
Mientras que Benjamín Martínez López, del Departamento de Ciencias Atmosféricas, al referirse a las condiciones oceánicas recientes mencionó que la información disponible sugiere que una celda meridional de convección regional podría estar relacionada con las altas presiones persistentes responsables de las olas de calor recientes.

Dicha celda podría tener su origen en las anomalías de la temperatura superficial del mar localizadas al norte del ecuador, en el Océano Pacífico ecuatorial oriental. “Un hecho parece ser importante: la presencia de aguas más frías de lo normal al oeste de la península de Baja California en el Pacífico oriental”.

En la actualidad es incierto hacer el pronóstico del desarrollo de El Niño este año.  “Hasta la fecha, tiene una magnitud menor que los eventos más intensos de los últimos 41 años, así que no se puede afirmar que estemos ante un evento Niño de intensidad excepcional”.
Víctor Manuel Torres Puente, especialista en meteorología tropical, precisa que un factor que lleva a las olas de calor es la presencia de la llamada fase no-convectiva de la oscilación Madden-Julian.

Se trata de una onda tropical que se propaga hacia el este y que nace en el Océano Índico. Tiene un periodo de 30 a 60 días y un desplazamiento de 14 a 29 kilómetros por hora; es muy grande y se caracteriza por tener áreas de precipitación aumentada y suprimida; cuando está disminuida impide el desarrollo de nubes y precipitación.

Se han tenido valores de nubosidad muy bajos, lo cual se asocia con mayor calor y radiación, y se espera que esas condiciones prevalezcan algunos días. Posteriormente, los modelos meteorológicos sugieren la formación de dos ciclones tropicales en el Caribe occidental que afectaría el sureste mexicano. A partir de julio se podría esperar una nueva ola de calor de similar magnitud, pero, aclaró, este es un pronóstico reservado. Es aventurado afirmar qué podría suceder, pero hay que tomar previsiones.

Los científicos expusieron que modelos estadísticos indican de igual manera la continuación de calor en el país en los próximos 10 a 15 días, sin desarrollo de nubes.