Samir Flores cayó moribundo tras recibir dos disparos en la madrugada del 20 de febrero. Doce pasos qué fue lo le dio tiempo a caminar, arrastrado por desconocidos, hasta que le dieron el tiro de gracia en el pedrusco donde lo encontró su esposa.
La muerte de Samir Flores fue un símbolo. Por activista náhuatl, por integrante del Consejo Nacional Indígena (CNI), por promotor de la radio comunitaria Amiltzinko y por ambientalista que se oponía al Proyecto Integral Morelos (PIM), una iniciativa energética que incluye una planta termoeléctrica, un gaseoducto y un oleoducto que se extienden a través de los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala.
La verdadera garantía, la que reclama Velásquez desde hace un año, es que arresten a los que mataron a su esposo. A los que lo llamaron de madrugada y le dispararon y también a los que ordenaron hacerlo. A todos los que tuviesen algo que ver con dejarle viuda.
Pero eso no ocurre.
No ocurre nada.
Apenas un par de visitas a la fiscalía.
“Es un año en el que no hemos tenido respuestas”, lamenta.
A un año del asesinato de Samir Flores Soberanes, opositor al Proyecto Integral de Morelos, el presidente Andrés Manuel López Obrador, pidió a la Fiscalía General de Morelos aclare el crimen, al recordar que buscaron afectar a su gobierno “culpandonos” de esa muerte, ocurrida a tres días que se llevará a cabo la consulta sobre la termoeléctrica en Huexca.
Fue “muy casual, y la verdad, es que los conservadores son capaces de todo… Ojalá se aclare porque de manera perversa algunos grupos que no están de acuerdo con nosotros, llegaron a culparnos de ese asesinato”, sostuvo.
Fue muy lamentable que esto pasara, insistió, porque “le sirvió a los oportunistas, a los que están buscando como culparnos para afectarnos, cuando nosotros somos respetuosos de la libertad de expresión y de los derechos humanos”. Pidió a la Fiscalía estatal que aclare quiénes fueron los responsables.
Desde Palacio Nacional, el mandatario señaló que le importa mucho que se aclaren estos “crímenes lamentables” y garantizó que su gobierno no hará nada que signifique represión y violar la ley.
Recordó que la termoeléctrica está detenida por amparos interpuestos y “no podemos actuar”, a pesar de que en la consulta ciudadana de hace un año, por mayoría, se aprobó ponerla en operación.
Aunque lamentó que gobiernos anteriores construyeran esa planta y el gasoducto, como parte del Proyecto Integral Morelos, dijo que le toca recibir la termoeléctrica terminada.
“Lo único que quisiera es que la gente nos ayudara y que tomara conciencia que si la planta se convierte en chatarra se pierden más de 20 mil millones de pesos”.
López obrador insistió que no ha hecho nada en contra de las comunidades. “El problema es que por razones ideológicas, quienes no nos quieren, los conservadores, quisieran que actuáramos igual que los gobernantes anteriores y que pudieran decir ´ya ven son lo mismo´… Es un asunto político y tienen que retorcer las cosas para hacer creer que somos iguales”.
Entonces mencionó que su administración no ha dado ninguna concesión para minería y está en contra del fracking y del maíz trasgénico. En cambio, hemos decidido sembrar un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables, que es el programa más importante en la historia del país para mejorar el medio ambiente. “Sin embargo, no aceptan nada”.
Aprovechó para mencionar que el otro día un colectivo feminista, “que nosotros respetamos mucho”, en su texto se plantearon en contra nuestra, al oponerse a la moralización que promueve.
“Respeto su punto de vista, pero no lo comparto. Son concepciones distintas y no porque vinieron a hacer una manifestación voy a renunciar a mis convicciones de siempre. Si por eso luchamos, para lograr un cambio en lo material y en lo espiritual”.
Afirmó que no acepta la hipocresía “de ser conservadores y aparentar que son liberales”.