- El feminicidio de Camila, se suma a las cifras de una revisión de los feminicidios infantiles cometidos durante la presente administración federal, ya que van 341 asesinatos de niñas y adolescentes de 2019 a la fecha
El feminicidio de Camila despertó el Taxco indómito. Las horas de la ira y el dolor. El llanto desesperado y la turba violenta deja una estela de muerte. Y solo unas palabras lacónicas de la gobernadora Evelyn Salgado sin fuerza ni condena.
Guerrero se sumerge en la violencia, desesperación y fractura social.
La Arquidiócesis Primada de México condenó el trágico suceso del linchamiento de una presunta implicada en el secuestro y asesinato de una niña de ocho años. En un comunicado emitido en el semanario Desde La Fe, la Iglesia enfatizó que la violencia solo engendra más violencia, y que el caso refleja los problemas que han fracturado la sociedad.
Y es que el feminicidio de Camila, se suma a las cifras de una revisión de los feminicidios infantiles cometidos durante la presente administración federal, del presidente Andrés Manuel López Obrador, realizada por la organización “Aquí Estamos” La cual, revela que: “El feminicidio infantil en México, da cuenta de 341 asesinatos de niñas y adolescentes de 2019 a la fecha”.
El miércoles 27 de marzo, Camila Gómez Ortega, de apenas ocho años de edad, acudió al Barrio de la Florida, del Pueblo Mágico de Taxco, Guerrero, a casa de su mejor amiga para jugar.
Una hora y media después su mamá, Margarita Ortega, recibió un mensaje de texto desde un teléfono celular que Camila llevaba consigo para emergencias, en el que le exigían 250 mil pesos a cambio de la liberación de la menor.
Tras este mensaje los padres de Camila consultaron a la familia de su amiguita, quienes confirmaron que la pequeña “nunca llegó a su casa”, por lo que iniciaron de inmediato una intensa búsqueda.
Cabe destacar que la familia, de Cami, (como le decían de cariño) intentó presentar una denuncia en la Agencia del Ministerio Público de Taxco, pero no se la tomaron, por lo que tuvieron que acudir hasta Iguala, tras ello comenzó la búsqueda oficial de la menor.
Las primeras horas del Jueves Santo, en un paraje cerca de la caseta de peaje “Zacapalco” en la carretera “Taxco-Cuernavaca”, autoridades localizaron una bolsa negra con los restos de una menor, confirmando más tarde que se trataba de Camila.
Más tarde comenzaron a difundirse en redes sociales, imágenes en video de cámaras de seguridad en las que se apreciaba a Ana Rosa Díaz, (presunta secuestradora) y a un hombre, salir de una vivienda en la misma colonia, sobre la avenida “Los Plateros”, con un cesto de ropa y una bolsa negra (similar a la encontrada y donde se supone iba el cuerpo sin vida de Camila) que fueron introducidos en el maletero de un taxi y partieron con rumbo desconocido.
Por estos indicios, Agentes de la Fiscalía Estatal de Guerrero, detuvieron a José Ricardo “N”, de oficio taxista y presunta pareja sentimental de Ana Rosa, quien presumiblemente sería el autor material del “feminicidio” de Camila, quien fue captado cargando la “bolsa negra” en la que se supone iba el cuerpo de Camila y quien confeso donde estaban los restos de la menor, este sábado de Gloria, fue vinculado a proceso por un Juez por el delito de “feminicidio”.
Posteriormente, un numeroso grupo de habitantes, con pancartas, comenzaron a exigir “justicia” y presionar a las autoridades para detener a los responsables del secuestro y homicidio de la menor, iniciando así una serie de disturbios, cerrando calles y avenidas, entre los que se destacó la volcadura de dos taxis, presuntamente relacionados con los hechos.
Ana Rosa Díaz Aguilar (supuesta amiga de la familia de Camila) y sus dos hijos Axel Alejandro “N” y Alfredo “N” de 21 y 18 años de edad, fueron sacados por la fuerza de su domicilio y comenzaron a ser golpeados por habitantes de la comunidad ante la supuesta “inacción” de las autoridades y para impartir “Justicia por propia mano” tras señalados como los responsables del secuestro.
Policías municipales señalaron que al no contar con una orden de aprehensión no podían detener a Ana Rosa, quien fue golpeada, con patadas y objetos contundentes por la turba enardecida y aunque ya tenían a los sospechosos a bordo de una patrulla, los pobladores lograron bajarlos de la misma y los golpearon.
Una vez rescatados por uniformados Ana Rosa fue trasladada a los separos municipales donde se dice perdió la vida a consecuencia de la golpiza de la cual fue objeto.
Axel Alejandro “N” y Alfredo “N” fueron internados en calidad de detenidos en un hospital de Iguala Guerrero y aunque se especuló del fallecimiento de uno de ellos, las autoridades confirmaron que los dos continúan con vida.
Entre las incongruencias de las autoridades, Doroteo Eugenio Vázquez, Secretario de Seguridad Pública, Movilidad y Protección Civil del municipio de Taxco de Alarcón, responsabilizó a Margarita Ortega, mamá de Camila, de los hechos pues debía “vigilarla”.
“Viéndolo desde mi punto de vista, hubo una responsabilidad maternal y hay una omisión porque si yo como padre tengo un hijo, debo vigilarlo, orientarlo, guiarlo, así la mamá, supuestamente dejó salir a su niña, y sin percatarse con las medidas de seguridad, pertinentes, ¿por qué?, porque ella refería que la persona esta que falleció era su amiga de ella más, sin embargo esto se sale del contexto de nosotros”.
Por su parte el Presidente municipal, Mario Figueroa Mundo, quien acusó que la tardanza de las autoridades estatales y de la Fiscalía de Guerrero, derivó en la exaltación de la gente.
El munícipe en una entrevista de radio, confirmó, que la Gobernadora del Estado Evelyn Salgado Pineda, no le contestó las llamadas, “no me recibe la llamada” y dijo no estar de acuerdo con las declaraciones de su secretario de Seguridad pública.
Integrantes de “La Grupita Feminista”, el Viernes Santo, marcharon en Chilpancingo, la capital del estado, para exigir justicia por el lamentable caso de Camila, donde más de 50 activistas, académicas y dirigentes sociales, se concentraron en la plazoleta de “Unidos por Guerrero”, exigieron la detención y castigo de los culpables.
Luego del sepelio de Camila, hundida en la tristeza, su mamá, Margarita Ortega, lamentó haber confiado en las personas que supuestamente eran sus amistades, y rechazó tener la culpa, de la muerte de su hija.
“No es mi culpa; yo siempre he cuidado a mi hija, no solo tengo una, tengo tres. No es mi culpa; yo siempre estuve al pendiente de ella, y la gente que me conoce lo sabe. Yo simplemente confié en su amiga; no es la primera vez que va a jugar con ella, no es la primera vez. Incluso la niña también iba a mi casa muchas veces; mi niña la quería”.
“Ninguna niña merece eso; ninguna niña merece que le corten sus sueños; ninguna familia merece que la destruyan, como destruyeron la mía. Mataron a mi niña, pero también mataron parte de mí; yo sé que mi vida nunca va a ser la misma”, añadió.
Margarita Ortega, dijo no estar de acuerdo, con el linchamiento que desencadenó en la muerte de Ana Rosa Díaz, afirmó, que no estuvo en sus manos, ya que ni siquiera estuvo en el lugar.
Yo ni siquiera estaba ahí. No era lo que quería; yo la quería viva, para que sufra el mismo tiempo que voy a sufrir, pero ella pudriéndose en la cárcel por lo que le hizo a una niña, a una niña que lo único que hacía era querer a su hija”.