George Walton Lucas Jr (14 de mayo de 1944). Guionista, productor y director cinematográfico estadounidense. Cursó estudios en el departamento de cine de la University of Southern California, institución en la que se licenció en 1966. En 1971 presentó su primer filme, THX 1138, cuya trama, que giraba alrededor de una sociedad futura deshumanizada y dirigida por ordenadores, apuntaba varios de los temas que trataría en sus siguientes producciones. Su segunda película, American Graffiti (1973), retrataba la juventud estadounidense de principios de los años sesenta y fue muy bien recibida por el público.
Tras cuatro años de preparación, George Lucas concluyó el rodaje de La guerra de las galaxias (1977), un gran proyecto que tenía en mente desde los dieciocho años, concebido mientras se recuperaba de un accidente de coche que casi le costó la vida. La tozudez del creador se impuso a las escasas expectativas que, por aquellos años, despertaba la ciencia ficción entre los productores, y La guerra de las galaxias se convirtió en uno de los filmes clave de la década, gracias a su decidido empeño de rescatar la aventura por la aventura, a caballo de unos personajes heroicos perfectamente dibujados según el patrón de la épica clásica y unos soberbios efectos especiales al servicio de la narración.
La historia de los avatares del joven campesino Luke Skywalker para convertirse en caballero Jedi como su difunto padre, con la ayuda del viejo maestro Obi-Wan Kenobi (inolvidable interpretación del gran Alec Guinness) y de un piloto un poco sinvergüenza, Han Solo (primer gran paso efectuado por Harrison Ford hacia el panteón de los mitos), al rescate de la princesa Leia de manos del pérfido Imperio Galáctico, se vio recompensada por el más clamoroso éxito de público hasta el momento y por seis Oscar otorgados por la Academia (escenografía, sonido, música, efectos especiales, montaje y vestuario), amén de constituir un verdadero fenómeno social.
Con la simplicidad propia de un cuento de hadas («Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…»), George Lucas inauguró una de las sagas más influyentes del cine del último cuarto del siglo XX, una auténtica epopeya para la imaginación voraz de toda una generación de espectadores que asistió al nacimiento de un mito. Construida como una hábil mezcla de géneros y referencias (desde la épica medieval artúrica hasta el western, pasando por el cine de piratas y las películas bélicas sobre combates aéreos), su fascinación inagotable se encuentra en el casi mágico equilibrio con que el cineasta logró levantar tan monumental (y, en un principio, disparatado) proyecto.
Tras el colosal éxito que obtuvo la película, Lucas prosiguió como productor de la saga, que había sido planteada en forma de trilogía. El Imperio contraataca (1980) y El retorno del Jedi (1983) completaron el ciclo, incidiendo en algunos aspectos más cercanos al serial de aventuras en el caso de la segunda, y prolongaron con brillantez, aunque sin alcanzar las cotas de magia del original, el rico universo salido de la fértil mente de Lucas. Los beneficios obtenidos por la trilogía le permitieron crear su propio imperio cinematográfico y dedicarse de lleno a la producción; en la línea de su pasión por el cine de aventuras, Lucas produjo en los años 80 la serie de filmes sobre el arqueólogo Indiana Jones, dirigida por Steven Spielberg.
En 1999 presentó un nuevo ciclo de entregas de la saga, largamente esperadas y reclamadas por el público. La continuación viajó en el tiempo hasta acontecimientos previos a la anterior trilogía, y se inició con Star Wars: Episodio I – La Amenaza Fantasma (1999). Le siguieron Star Wars: Episodio II – El Ataque de los Clones (2002) y Star Wars: Episodio III – La Venganza de los Sith (2005). Los tres filmes fueron producidos y dirigidos por Lucas. En diciembre de 2015 se estrenó en todo el mundo la séptima entrega, producida esta vez por la todopoderosa corporación del imperio de Walt Disney, The Walt Disney Company, la cual había adquirido en octubre de 2012 la productora fundada por Lucas, LucasFilm Ltd.
