Se cumplen seis años desde que el reconocido actor, que sacó miles de sonrisas, Robin Williams, se suicidó en agosto de 2014 debido a problemas de depresión y adicciones.
Durante su trayectoria, ganó un Oscar, cinco Globos de Oro, un Premio del Sindicato de Actores, dos Premios Emmy y tres Premios Grammy.
Pese a su gran éxito como actor, Robin sufría de depresión. Un divorcio, la falta de trabajos destacados en Hollywood y sus problemas de salud no ayudaron a que mejorara su ánimo y decidió quitarse la vida en su casa de California.
Tiempo después, se conoció que también padecía de la enfermedad de párkinson aunque estaba en fase temprana.
Luego de su muerte, su viuda Susan Schneider, emitió un comunicado para contar cómo fueron sus últimas semanas: “Pasó gran parte de su vida ayudando a los demás. Ya fuese entreteniéndolos en el escenario, en el cine, la televisión o con las tropas en primera línea. Si hacía falta, ayudando a olvidar el dolor a niños enfermos. Robin sólo quería hacernos reír, que se perdiese el miedo”.