POR JAVIER PÉREZ
Miguel Jontel Pimentel es un tipo con una actitud positiva que se percibe desde que se le ve. Camina con total naturalidad por el hotel donde ocurre la entrevista. Viste un overol verde olivo que solamente a él se le ve bien. Sonríe mucho. Tiene 33 años y fue criado en Los Ángeles. Sus padres son de orígenes étnicos distintos: ella es afroamericana y él, mexicano. Cuando tenía ocho años, el matrimonio de sus padres se diluyó.
“Yo creo que es humano desear sentirse querido, y cuando era joven viviendo en Los Ángeles, como mexicano y afroamericano, fue difícil entender adónde pertenecía –dice en español, insistiendo en hablarlo aunque todavía se le dificulta–. Pero conforme me hice mayor, pude aceptar que eso me hacía diferente. Yo creo que esas diferencias son las que me hacen especial. Sin embargo, yo puedo representar a americanos, mexicanos y a la gente de color, a la gente que es diversa y que por eso corre riesgos y ahora lo celebramos. Yo creo que a través de mi música, lenta pero certeramente, he creado mi pertenencia, creando una canción a la vez”.
Miguel ha puesto en su música las influencias de su infancia: rhythm and blues, jazz, hip hop, funk y hasta rock. El año pasado publicó su cuarto álbum de estudio, War & Leisure, del cual grabó en México el video de la canción “Sky Walker”. En este álbum, sostiene, dejó de buscar.
“Se gasta mucha energía buscando; por qué no permitir que salga eso que tienes como instinto y que mucha gente se acerque a él, permitir que vengan quienes están en la misma frecuencia. Yo quiero ser un gran aliado de la gente que quiere hacer las mismas cosas que yo: abundancia, amor, y mostrar la mejor versión de uno mismo. Así que ahora no estoy buscando nada, estoy seguro de lo que tengo y lo que quiero: simplemente crear un lugar y música que atraiga a gente como yo”.
Es una visión optimista que no es fácil sostener. “Muchas veces es un reto, pero lo mejor es que quedo contento y por eso voy a seguir haciéndolo así. Es optimista pero no ignorante, sino consciente y propositivo. Creo que es la diferencia, celebramos con intenciones y creo que ese es mi mantra en la actualidad”.
Para él, en su música pueden escucharse sus instintos más profundos. El año pasado, colaboró en la banda sonora de la película animada Coco, de Pixar, cantando “Recuérdame”. La oportunidad, dice, le cayó casi como si hubiese sido un acto de magia por lo sorpresivo que fue. Justo antes de esa invitación, Miguel viajó a México con el fin de visitar a su familia en Michoacán y conectar con sus raíces. “Quería ver mi país para apreciar el sacrificio de mi nana y de mi familia para darme las oportunidades que tengo ahora”.
El éxito de la canción representó un cambio interior. “Ahora yo sé que puedo conectar con más gente, y primero quiero conectar con la gente de mi familia, con la cultura de mi familia y hacerlo naturalmente. Antes de la interpretación con Natalia y Gael en los Oscar, sabía que había llegado el momento de grabar en español, que necesito aprender español, necesito escribir en español y entenderlo porque yo puedo representar a muchos y conectarlos”.
Precisamente, dice que ese es el mensaje de War & Leisure: “Toda la gente tiene un propósito, cada individuo tiene un propósito, cualquiera que sea; si quieres ser jardinero, sélo; si quieres ser doctor o pintor, hazlo. Necesitamos más gente feliz. Y cuanto más estemos enfocados en lo que realmente queremos, más felices estaremos y tomaremos mejores decisiones. Es una perspectiva optimista, pero es algo que yo sé y es todo lo que puedo hacer y lo que voy a hacer. Este álbum es sobre ese mensaje porque de verdad estamos viviendo en tiempos muy raros. Ves alrededor y hay guerras por todas partes, políticos que no piensan en la gente y cada quien enfrenta sus propias luchas personales. Y es en todas partes: cada uno tiene sus cosas por las cuales luchar, todos necesitamos estímulos, yo los necesito. Quiero crear un álbum que tenga una energía extra, que llegue hasta su última frecuencia”.
A Miguel, que responde en inglés si quiere ser más preciso, dice que es consciente de que puede cantar y expresar de esa manera sus emociones. “Sé que no es una habilidad que tenga cualquiera. Por eso tengo un propósito: darle palabras a la gente porque tal vez puedo decirle cosas que le cuesta trabajo decir. Eso es lo que me motiva y estoy feliz por ello. Y cuando canto en mis espectáculos, cantan las canciones palabra por palabra y eso es una motivación constante”.