Por Javier Pérez
Lo difícil, como siempre, es elegir qué ver, oír o hacer. Es un evento tradicional, este sí, de México para el mundo. La edición 45 del Festival Internacional Cervantino durará 18 días, más de medio mes de eventos culturales de primer orden, con Francia y el Estado de México como país y entidad invitados, respectivamente. Una celebración popular que funde la noche con el día, la vanguardia con lo clásico, y que hace del etílico un estado sublimado de permanencia voluntaria.
Elegir no siempre es sencillo, decía, pues entre el 11 y el 29 de octubre habrá casi 170 funciones y participarán unos 2 500 artistas de México y el extranjero. Sólo del país invitado serán 30 espectáculos diferentes, presentados por más de 20 compañías que en conjunto reúnen a 300 artistas franceses con la voluntad de excelencia en sus interpretaciones.
De hecho el primer evento masivo del Cervantino será francés: un gran concierto gratuito al aire libre del grupo Dionysos, considerado el “mejor grupo francés actual de rock”. También en esta edición se conmemoran dos centenarios. Por un lado, el de la Revolución rusa. El acercamiento será a partir de los grandes compositores rusos como Prokofiev: a las 12 del viernes 13 y el sábado 14 el finlandés Olli Mustonen interpretará sus sonatas en el Teatro de la Valenciana, mientras que la Orquesta Sinfónica del Estado de México hará lo propio con Stravinsky y Rajmaninov (lunes 16 y martes 17, 21 h, Teatro Juárez). Asimismo, se celebrará el centenario de la Carta Magna mexicana, cuya reflexión se hará desde el teatro con un coloquio.
Las reflexiones son punto sustancial del festival. Por eso no es de extrañar que haya un programa titulado Revoluciones, en el que participan, por ejemplo, la chilena Ana Tijoux (miércoles 25, 20 h, Explanada de la Alhóndiga de Granaditas), la puesta en escena –también chilena– Mateluna (viernes 13 y sábado 14, 20 h, Teatro Cervantes), el espectáculo multidisciplinario Welther, del alemán Nicolas Stemann (viernes 20 y sábado 21, 18 h, Teatro Principal) o la obra italiana sobre el bullying homófobo Still Life, de Steffano Ricci (viernes 27 y sábado 28, 18 h, Teatro Cervantes) o la francesa Todo saldrá bien (1) Fin de Luis, de Joël Pommerat (26-28, 18 h, Teatro Principal).
Respecto al país invitado, se presentarán tres de los mejores conjuntos actuales de música de cámara: Les Siècles, Les Cris de Paris (juntos en tres programas distintos: jueves 19, sábado 21 y domingo 22, todos 21 h, en el Teatro Juárez), Le Poème Harmonique (domingo 15, 12 h, Teatro de la Valenciana). En música contemporánea habrá un concierto del IRCAM (Instituto de Investigación y Coordinación Acústica/Música), uno de los grandes centros de investigación pública en el mundo dedicado a la creación musical y la investigación científica (sábado 21, 19 h, Auditorio General de la Universidad de Guanajuato).
Además de los DJ franceses Chloé y NSDOS (sábado 14, 20 h, Explanada de la Alhóndiga de Granaditas), resultará imperdible ver al dramaturgo de origen libanés Wajdi Mouawad actuando y dirigiendo dos obras distintas (Inflamación del verbo vivir y Las lágrimas de Edipo, 19-21, 18 h, Teatro Cervantes; último día programa doble) o a los 18 músicos de la fenomenal Surnatural Orchestra (sáb 28, 20 h, Explanada de la Alhóndiga de Granaditas).
Los programas de música del mundo y danza son un muestrario magnífico de culturas y posibilidades escénicas. Del ballet folclórico de Eslovaquia (viernes 13, 20 h, Explanada de la Alhóndiga de Granaditas) al Alash Ensamble de la república asiática de Tuvá (viernes 27, 12 h, Templo de la Valenciana), hay una infinidad de propuestas como el Chai Found Music Workshop que toca música tradicional china y taiwanesa (domingo 15, 19 h, Auditorio General de la Universidad de Guanajuato) o Sekou Kouyate, el guineano excelso intérprete del kora, instrumento africano de 20 cuerdas, quien presenta su disco con un ensamble multinacional (domingo 22, 20 h, Explanada de la Alhóndiga de Granaditas); o los húngaros Mónika Lakatos y Romengo (sábado 21, 20 h, Expalanada de la Alhóndiga de Granaditas), o los israelíes Maya Belsitzman y Matan Ephrat interpretando música tradicional de su país con instrumentos modernos (sábado 21, 12 h, Templo de la Valenciana). Los espectáculos de danza Espera, espera, espera… (para mi padre), del belga Jan Fabre (13-14, 21 h, Teatro Juárez); Más allá de la caligrafía, de la Guangdong Modern Dance Company de China (20-21, 20 h, Auditorio del Estado), y Samanvya, del Natya Ballet Centre hindú (lunes 23, 18 h, Teatro Cervantes) son propuestas escénicas elocuentes.
Ya lo decía al inicio: lo difícil, como siempre, es elegir qué ver, oír o hacer. Consulta el programa completo en festivalcervantino.gob.mx
