Este jueves 13 de agosto de 2020 se cumplen 491 años de que el conquistador extremeño Hernán Cortés mandó correr toros para festejar así la caída de la Gran Tenochtitlán y en honor a San Hipólito, por lo que su pendón fue sacado del templo, donde actualmente hacen esquina las avenidas Reforma e Hidalgo, para ser paseado y llevado hasta la plaza del Volador, sitio del festejo y en el que ahora se ubica la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la calle de Pino Suárez, casi esquina con el Zócalo de la Ciudad de México.
Una de las primeras intenciones del nombrado I marqués del Valle de Oaxaca, Hernán Cortés, al descubrir los amplios pastizales del norte y centro del territorio mexicano fue la de criar ganado, no solo para proveer alimentos y pieles, sino para la lidia, de ahí que los toros encontraran durante la conquista de México, un espacio propicio para desarrollarse.
Es por ello que, según noticias de los cronistas de Cortés, la primera vez que se corrieron toros en territorio de la llamada Nueva España (hoy México) fue el 24 de junio de 1526, día de San Juan Bautista, para festejar el regreso del conquistador procedente de Las Hibueras (ahora Honduras).
Según los historiadores, las corridas de toros en la Nueva España fueron traídas como diversión de los conquistadores y eran un ejemplo de la jerarquía social que se tenía entre el señor peninsular y sus trabajadores, de alguna forma representaban en la lid la protección que ofrecía el español sobre el indígena. Esta fiesta fue en todo el imperio español una fiesta propia de la nobleza.
Es por ello que se dice que en la Ciudad de México se llevó a cabo la primera corrida de toros el 13 de agosto de 1529 en los terrenos donde después se hizo la plaza del Volador, pues antes, el 11 de agosto del mismo año, Nuño de Guzmán, presidente de la Primera Audiencia y Gobernador Pre-Virreinal de Nueva España, junto con regidores y alcaldes, ordenaron que “de aquí en adelante, todos los años por honra de la fiesta de San Hipólito se corran siete toros, y que de aquellos se maten dos y se den por amor a Dios en los monasterios y en los hospitales”.
En tanto, el historiador Nicolás Rangel anota el 13 de agosto de 1529 como la fecha de la primera corrida, sin embargo, existen los antecedentes ya mencionados del 24 de junio de 1526 y la confusión se debe a que el Cabildo de la ciudad ordenó que se corrieran toros en la fecha mencionada para celebrar la caída de la Gran Tenochtitlan.
Ya como fiesta, las corridas de toros se llevan a cabo desde 1535 cuando en un festejo así se celebró el nombramiento de Antonio de Mendoza y Pacheco como primer virrey de la Nueva España.