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Muere Peter Lindbergh, el fotógrafo que inventó el fenómeno de las supermodelos

Peter Lindbergh

El fotógrafo Peter Lindbergh falleció ayer, 3 de septiembre, a los 74 años de edad. Así lo ha anunciado un post en su cuenta de Instagram verificada. “Deja un gran vacío”, explica el texto acompañado de una imagen en blanco y negro –una de las grandes claves de su icónica fotografía– que no podría ser más alegórica: un set de fotografía desierto. “Le sobreviven su mujer Petra, su primera mujer Astrid, sus cuatro hijos Benjamin, Jérémy, Simon y Joseph, y siete nietos”, revela la nota que ha dejado conmocionado al mundo de la moda.

Peter Lindbergh

Peter Lindbergh nació con el sonido de las bombas de la II Guerra Mundial. Creció en plena postguerra en la granja de su tío, situada en una la localidad alemana de Duisburg. Le gustaba jugar al balonmano y pasaba los veranos en las playas holandesas junto al resto de su familia.

A los 15 años decidió abandonar la escuela y ponerse a trabajar como escaparatista en una tienda. Tras pasar por el servicio militar, sus intenciones cambiaron y se matriculó en un escuela de arte en Berlín. Aquello duró poco. Hastiado de la rutina hizo su petate y se puso en marcha para recorrer España, Francia y Marruecos. De vuelta a Alemania, volvió a matricularse en la escuela de arte y logró montar su primera exposición en 1969. Casi por accidente cogió por primera vez una cámara y sin premeditación se convirtió en un omnipresente de las revistas alemanas. Con su traslado a París llegaron la fama y el reconocimiento mundial.

Sin lugar a dudas, la fotografía de moda no sería lo mismo sin este alemán con vocación de pintor que comenzó a hacer fotos a finales de los setenta. De su objetivo han salido campañas para Calvin Klein, Giorgio Armani, Donna Karano Jil Sander y portadas tan célebres como la de Vogue UK en la que aparecen retratadas por primera vez todas las supermodelos de los años noventa. Él fue, por ejemplo, el que convenció a Linda Evangelista para que se cortara la melena –lo cual le reportó no pocos beneficios–. Ha retratado a los rostros más mediáticos del final del siglo XX y comienzos del XXI y entre ellos hay varios españoles, como la top Esther Cañadas –que se puede considerar una de sus grandes musas–, los bailarines Blanca Li y Joaquín Cortés o al actor Antonio Banderas. Además, es un gran amigo de Juan Gatti, al que le dedicó el libro Peter Lindbergh (Schirmer/Mosel).

El artista fue artífice de varias de las fotografías de moda más icónicas de la historia. Es imposible olvidar la primera portada de Anna Wintour para Vogue USA, en la que se combinaban por primera vez la informalidad de unos vaqueros con el lujo de las cruces bizantinas de Christian Lacroix. Eso fue en 1988, año en el que también inmortalizó aquella mítica sesión en una playa de Malibú con Estelle Lefébure, Karen Alexander, Rachel Williams, Linda Evangelista, Tatjana Patitz y Christy Turlington enfundadas en una simple camisa blanca masculina. Unos años más tarde (1991), en Wild at Heart, haría lo propio para una sesión marcada por la estética motera, con Grace Coddington como estilista.

Vogue

Según Rei Kawakubo, la creadora de Comme des Garçons, “lo más potente del trabajo de Peter es la humanidad inherente a sus fotografías. Lo que cuenta no es solo la ropa y las modelos, también su fortaleza”. Algo a lo que Karan puntualiza: “Sus imágenes no son únicamente imágenes de moda”. Y es que sus fotografías, siempre en blanco y negro, tienen un punto de crudeza realista, de retrato despojado de artificios. Algo que él mismo reconoce al afirmar que en sus instantáneas, “las mujeres siempre son más importantes que la ropa”.

Lindbergh fue célebre por no retocar nunca sus fotos (y obligar a firmar acuerdos en los que se se aseguraba de ello). En su libro Images of Women II, de 2015, escribió que los fotógrafos “son responsables de crear o reflejar una imagen de la mujer en la sociedad. Y, debo decirlo, solo hay un camino al futuro, que pasa por definir a las mujeres como fuertes e independientes. Esto debe tomarse como una responsabilidad entre los fotógrafos actuales: liberar a las mujeres, y a largo plazo, a todo el mundo, del terror de la juventud y la perfección”.

Aunque la relación con Vogue España arrancó de manera visible en abril de 1989 gracias a una portada protagonizada por Linda Evangelista, en 2019 se ha estrechado. Uno de sus últimos trabajos con la cabecera es la portada y extenso reportaje en el número de julio con Rosalía, además del inolvidable abril en el que Penélope Cruz actuó como editora invitada y fue inmortalizada, vestida de Chanel, por quien también fue amigo de Karl Lagerfeld. “Conocí a Karl poco después de aterrizar en París, en 1978. En ese momento, se creó un respeto mutuo entre otros”, contó Peter Lindbergh a Vogue España.

Lindbergh

“A Penélope no recuerdo exactamente cuándo la conocí, porque da la sensación de que nos conocemos de toda la vida. No puedo describir exactamente lo que ocurre cuando trabajamos juntos… todo cobra sentido”. Ella, Penélope, fue también portada de uno de los números más especiales que realizó el fotógrafo para esta cabecera: el de diciembre de 2010, en el que retrató su visión sobre España.

Además de Vogue EspañaPeter Lindbergh también fue el responsable de la portada del september issue de la edición británica de Vogue. Un número de lo más especial titulado ‘Forces for Change‘ (Fuerzas para el cambio) que cuenta con Meghan Markle como editora invitada.