Tuvieron que transcurrir 30 años para que el trabajo incansable de una vida se vea reflejada en la oportunidad de tocar en uno de los escenarios más importantes del país: el Auditorio Nacional.
De haragán, Luis Álvarez tiene sólo el nombre, uno que lo ha colocado ante la oportunidad de tocar para su público al menos 30 historias que los propios escuchas podrán elegir a través de sus redes sociales.
En una conferencia de prensa con más de 100 periodistas acreditados, recuerda cómo El Haragán y Cía. se abrió paso de boca en boca, sin la participación, precisamente, de los medios de información.
“Habernos ganado el cariño del público no tiene precio y la responsabilidad de traer nuestro mensaje al Auditorio Nacional es algo que vamos a disfrutar. El Haragan y Cía está dando un paso firme en su carrera; es el momento de los grandes escenarios”, opina Luis, quien recuerda que al principio de su carrera tuvo que llevar su música a la periferia de la capital del país.
Por definición el rock es urbano, pero a El Haragán le ha costado 30 irse quitando capas, compartir con diversos músicos nuevos conceptos, hasta llegar a un sonido refinado que no renuncia a su origen, más bien lo refuerza.
“Es importante mostrar esa bandera del pueblo de México, de la urbe, de Ecatepec, de Neza, contarle al público existimos y miren lo que pasa en mi barrio, llevar esto al auditorio es algo muy importante”, expresa acompañado de un grupo de músicos de amplia trayectoria en el rock mexicano.
Paco Yescas en la guitarra, Levith Vega en la batería, Cristian Rodríguez, Jerónimo García en el trombón, Leonel Pérez en el chelo y Jorge “Cox” Gaitán en el violín, son los cómplices de Luis en esta aventura que durante noviembre dio a conocer un avance: una reinterpretación del clásico “Muñequita sintética” en la voz de Rubén Albarrán de Café Tacuba.
Anuncia la posibilidad de al menos tres nuevas versiones de temas clásicos, acompañado por otros músicos clásicos del rock nacional, que podrían aportar nuevos sonidos y quizá ser los invitados en la presentación del 19 de abril.
El músico recuerda a Dennis Parker o Octavio “Sopas” Espinosa, quienes fueron parte importante en la banda, cuya trascendencia permitió configurar el sonido actual de la banda que tiene una consistencia que difiere mucho del estigma que se tiene del llamado rock urbano como definición de algo malhecho o de poca calidad, lo que los ha limitado a festivales como el Cervantino o la Cumbre Tajín.
“Sin embargo, hay un componente identitario que sí importante que nos vicula con ciertos foros, colonia, formas de distribución (de mano en mano), que no son las dominantes y el Haragán nunca ha renegado de eso ni con esa conexión con la banda; pero reshusamos la etiqueta de lo malnhecho”, explica Leonel, exintegrante de Santa Sabina, que le da un matiz peculiar a ciertas canciones.
De la presentación, la que se prevé que será de más de 30 canciones, se grabará un disco y un DVD, pues explica, es importante aprovechar la oportunidad de un concierto en un escenario como el Auditorio Nacional.
El rockero dice que luego de pasar tres décadas picando piedra, es momento de pensar en los grandes escenarios
Por: Roberto Cortez Zárate
