*Los protagonistas se desenvuelven con movimientos sincronizados en el escenario
Por Cristóbal Torres
México, 19 de febrero (Notimex).— La obra de teatro Stickiness, o la sinuosa tarea de desarraigar, escrita por Constanza Amparán Hernández y Octavio Ahmic, bailarina y actor respectivamente, narra el desarrollo de una historia de amor desde su cenit hasta el declive. Mezcla teatro y danza a partir de sueños acaecidos en la mente de Hernández.
Una escenografía compuesta por una mesa y dos sillas son rodeadas por una gran cantidad de jarrones con flores marchitas y aviones de papel; algunos de ellos cuelgan por los aires dándole a todo el ambiente un toque onírico, ayudado en gran parte por la luz en penumbra.
Ambos actores se desenvuelven con movimientos sincronizados; los cuerpos se acercan complementando las acciones, generando posturas en las cuales comparten el equilibrio, en un diálogo donde las palabras no son utilizadas sino los movimientos del cuerpo e incluso el ritmo de los pies con los zapatos.
Las luces mantienen la penumbra la mayor parte del tiempo; sin embargo, la coreografía permite tener a los histriones en una luz completamente cenital dándole diferentes tesituras a los momentos, identificando situaciones que transcurren en diferentes contextos.
Cuatro actos pueden reconocerse en esta obra, con tres cambios de vestuario llevados a cabo en frente de todo el público mientras las luces sólo apuntan a ellos. Desde el primero y hasta el último acto se desarrolla el declive de una relación al punto que ambos cuerpos rompen su simetría y las miradas de los actores denotan aburrimiento y cansancio mutuo.
Stickiness, o la sinuosa tarea de desarraigar, la cual ofreció una función especial este miércoles, se presentará al público a partir del 20 de febrero y hasta el 15 de marzo, en el Teatro El Granero Xavier Rojas del Centro del Cultural del Bosque. Los jueves y viernes a las 20:00 horas, los sábados a las 19:00 horas y los domingos a las 18:00 horas.
NTX/CTM/AFG
