Jaime Sabines nació el 25 de marzo de 1926, en Tuxtla Gutiérrez, estado de Chiapas (México). Su padre, Julio Sabines, había nacido en el Líbano en 1902 y emigró con sus padres y sus dos hermanos a Cuba para radicarse en 1914 en Chiapas, México, donde se casó con Luz Gutiérrez Moguel.
Su padre murió el 30 de octubre de 1961 y, tan sólo cinco años después, en 1966, murió su madre. El duelo ante la muerte de la madre, de nuevo, aparece en su escritura en su poema Doña Luz.
Sabines realizó sus estudios primarios en Ciudad de México, donde se mudó la familia. Más tarde estudió el primer año de secundaria en Tapachula (Chiapas), para luego continuar sus estudios en su ciudad natal, adonde regresó con los suyos.
Inició la carrera de Medicina pero la abandonó al cabo de tres años para estudiar Lengua y Literatura Españolas en la Universidad Autónoma de México, donde publicó «Horal» a la edad de veintitrés años. En 1951 es publicado su libro titulado La Señal.
Con el tiempo, obtuvo reconocimiento entre sus contemporáneos y sus lectores. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores, de 1964 a 1965 y obtuvo el Premio Chiapas, otorgado por El Ateneo de Ciencias y Artes de Chiapas, en 1959. En 1972, recibió el Xavier Villaurrutia; el Elías Sourasky en 1982; el Premio Nacional de Ciencias y Artes Lingüísticas y Literatura en 1983; la presea Ciudad de México en 1991, la medalla Belisario Domínguez en 1994, y en 1996, le otorgaron el Premio Mazatlán de Literatura.
Se casó en 1953 con Josefa Rodríguez Zebadúa, con quien tuvo cuatro hijos: Julio, Julieta, Judith y Jazmín.
Fue diputado federal por el Distrito Electoral Federal de Chiapas a la Legislatura de 1976 a 1979 y diputado en el Congreso de la Unión en 1988 por el Distrito Federal. En los noventa, condenó la sublevación zapatista y el círculo intelectual de la época lo reprobó hasta poco antes de su muerte.
Víctima de un cáncer, falleció a los 72 años, el 19 de marzo de 1999, en el Distrito Federal.
En ocasión de su fallecimiento, el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo, lo calificó como uno de los más importantes poetas del país en el siglo XX.En uno de sus poemas, Sabines transmitió la impresión que sobre su propia actividad política tenía:
Estoy metido en política
Estoy metido en política otra vez.
Sé que no sirvo para nada, pero me utilizan
Y me exhiben
«Poeta, de la familia mariposa-circense,
atravesado por un alfiler, vitrina 5».
(Voy, con ustedes, a verme)