Salvador Dalí i Domènech nació el 11 de mayo de 1904 en Figueras (Gerona) y murió el 23 de enero de 1989 en la misma localidad catalana.
SU INFANCIA Y ADOLESCENCIA EN FIGUERAS
Salvador Dalí, hijo de Salvador Dalí i Cusí y de Felipa Domènech i Ferrés, pasó buena parte de su infancia en su localidad natal: Figueras (Figueres en catalán).
Tuvo dos hermanos: Salvador, unos dos años mayor que el artista, y Anna Maria, cuatro años menor que él. Su hermano Salvador murió siendo un bebé.
Tras haber pasado por la Escuela Pública de Párvulos de Figueras y por el colegio Hispano-Francés de la Inmaculada Concepción de la misma localidad, en 1916 se trasladó una temporada a las afueras.
Se instaló en la finca de la familia Pichot, formada por intelectuales y artistas. Fue allí donde descubrió el impresionismo gracias a la vasta colección de arte del pintor Ramón Pichot. En ese mismo año cuando comenzó sus estudios secundarios y su formación en dibujo.
En 1919, Dalí funda la revista Studium junto a compañeros de instituto, donde publicó sus primeros textos. Además, participó en su primera exposición en los salones del Teatro Municipal de Figueras, lugar que después se convertiría en el Teatro-Museo Dalí.
En 1921, con tan solo 16 años, Salvador Dalí se enfrentó al golpe más duro de su vida: la muerte de su madre como consecuencia de un cáncer de útero. Un año más tarde, su padre contrajo matrimonio con la hermana de su madre, Catalina Domènech.
PRIMEROS PASOS EN MADRID
Salvador Dalí pronto tuvo claro que por él corría sangre de artista. Por ello, para cumplir su deseo de convertirse en pintor, debía mudarse a Madrid como le aconsejó su padre.
En 1922, el artista estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En la capital se alojó en la popular Residencia de Estudiantes, donde conoció a un grupo de jóvenes que pronto se convertirían en importantes personalidades e intelectuales del siglo XX. Entre ellos estaban el cineasta Luis Buñuel y el poeta Federico García Lorca.
El joven Dalí, de carácter y estilo excéntricos, fue expulsado de la Academia en 1923 acusado de encabezar una protesta de estudiantes. Tras este hecho, volvió a su Figueras natal.
Del 30 de mayo al 11 de junio de 1924, Dalí estuvo preso en la cárcel de Gerona por cuestiones de carácter militar que aún no han sido esclarecidas. En otoño de ese mismo año regresó a la Academia de San Fernando.
Un año después, el de Figueras realiza su primera exposición individual en las Galerías Dalmau de Barcelona. Influido por el estilo cubista y realista, presentó una de sus obras más populares: Muchacha en la ventana.
A pesar de ser readmitido en la Academia, fue expulsado definitivamente en 1926 por calificar de incompetente al tribunal que le tenía que examinar. Seguidamente, regresó de nuevo a Cataluña.
ADENTRÁNDOSE EN EL SURREALISMO
Tras su primer viaje a París en 1926, donde conoció a Pablo Picasso, el artista catalán regresó de nuevo a la capital francesa en 1929. Esta vez, gracias a Joan Miró, se relacionó con el grupo de surrealistas liderado por el poeta André Breton.
Colaboró con el cineasta Luis Buñuel en el film Un perro andaluz (Un chien andalou), aportando imágenes puramente surrealistas. El cortometraje se proyectó por primera vez en la sala Studio des Ursulines de París en 1929.
En agosto de ese mismo año, de veraneo en Cadaqués, recibió la visita de varios artistas de la época. Allí conoció a Gala, entonces casada con el poeta francés Paul Éluard. Desde ese momento, Gala, de origen ruso y once años mayor que el pintor, permaneció al lado de Dalí. Contrajeron matrimonio civil en 1934 y religioso en 1958.
Fue también en 1929 cuando la relación con su padre se rompió. Se dice que Salvador Dalí i Cusí no aceptaba la relación de su hijo con Gala ni aprobaba que perteneciese al grupo de intelectuales surrealistas. Esta situación se prolongó hasta 1935, año en el que padre e hijo se reconciliaron.
ARTISTA CONSAGRADO
En la década de los años 30, Salvador Dalí encontró su propio estilo; un estilo que fusionaba vanguardia y tradición, y que sirvió para identificarle. Tal es así, que en esta misma década expuso la que muchos consideran su obra maestra: La persistencia de la memoria.
La fama del pintor de Figueras cruzó el Atlántico. En 1933 realizó su primera exposición individual en Nueva York, hecho que le consagró como artista. A partir de entonces, vinieron más exposiciones en París, Londres y también en la Gran Manzana.
AÑOS EN ESTADOS UNIDOS
En 1940, con la incursión de las tropas alemanas en Burdeos, Salvador Dalí y Gala se mudan a Estados Unidos. Allí permanecieron hasta julio de 1948.
Durante sus años en ese país, Dalí continuó con su carrera como artista, aunque esta vez desarrolló más su faceta de escritor. Tanto es así que, en 1942, la editorial Dial Press de Nueva York publicó La vida secreta de Salvador Dalí, escrita por el propio Dalí.
En Nueva York también se atrevió con el ballet. Escribió obras, como Tristán loco (1944) y diseñó decorados como en Coloquio sentimental (1944).
Además, en su aventura estadounidense, realizó colaboraciones cinematográficas. En 1945 trabajó con Alfred Hitchcock en la película Recuerda (Spellbound) y en 1946 con Walt Disney en Destino.
REGRESO A ESPAÑA Y ÚLTIMOS AÑOS
Durante esos años, Salvador Dalí continuó escribiendo, pintando, presentando exposiciones y abriendo sus propios museos en todo el mundo. Además, colaboró con grandes personalidades de la época como Sigmund Freud, prologando uno de sus libros.
En los 60 y 70, el artista catalán se interesó en nuevos procesos como la holografía. Esta técnica le ofrecía la posibilidad de crear imágenes tridimensionales que dieran al espectador la impresión de espacio.
En lo personal, Salvador Dalí recibió numerosos reconocimientos. Uno de los más importantes fue en 1982, cuando el rey emérito, Don Juan Carlos I, le nombró Marqués de Dalí de Púbol.
Sin embargo, ese mismo año, con la pérdida de su esposa también perdió su ilusión por vivir. Se cree que, sumido en la tristeza, el pintor intentó acabar con su vida.
Pocos años después, el 23 de enero de 1989, la llama de Salvador Dalí se apagó. Murió a causa de un paro cardiaco mientras escuchaba su disco favorito: Tristán e Isolda.
Tras su muerte surgieron muchísimos rumores. Uno de los más extendidos fue que sus cuidadores le obligaron a firmar lienzos en blanco para poder venderlos después. No obstante, lo que sí es una certeza es la importancia y la influencia de la obra del artista de Figueras.