Periodismo imprescindible Domingo 22 de Diciembre 2024

Un viaje creativo

Juanes se reinventa y tras un breve receso vuelve a escena 
con algo que es mucho más que un nuevo disco. Se trata 
de un proyecto audiovisual conceptual que mezcla ciencia ficción con las raíces profundas latinoamericanas 
del cantante colombiano
08 de Mayo 2017
Especial
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L uego de darle un par de sorbos a su taza de café, Juanes me dice que hace algunos años, cuando decidió de manera sorpresiva hacer una pausa en su carrera artística, justo en el momento en que mejor le iba, muchos lo juzgaron.

“Mucha gente me  dijo que estaba loco, que cómo era posible que dejara todo, así nomás, cuando más discos vendía, cuando más conciertos daba. Pero yo estaba muy mal, no podía seguir. Y no es que no quisiera trabajar ni que fuera un tipo irresponsable, como algunos llegaron a calificarme, sino que era demasiado y estaba sacrificando a mi familia, me los estaba llevando entre las patas”.

Juanes no se arrepiente de haber tomado la decisión de retirarse temporalmente para tomar distancia con su hasta entonces agitada carrera.

“Gracias a eso pude ver de lejos la fotografía completa para entender en qué me había equivocado y por qué no era una persona feliz con los logros que había alcanzado. No lo niego, fueron momentos muy dolorosos, terribles y oscuros, pero que me ayudaron a sanar las heridas y a reinventarme”.

Hoy este colombiano tiene 44 años, y aunque nunca le ha gustado hablar de su vida privada, recuerda que en aquel momento vivía con cargas de trabajo excesivas que le ocasionaron muy serios conflictos en su relación familiar, “porque pensaba que iba a poder siempre con ese tren en mi carrera; creía que nada se comparaba con viajar de un lado a otro sin parar, sin descanso alguno. Pero, ¿era esa la mejor manera de lograr el éxito? Estaba dejando de lado lo que más quería, y no me daba cuenta”.

Juanes afirma por eso que la vida de un artista bien puede ser comparada con la de un piloto de carreras durante una competencia, pues “tiene que saber que hay momentos en que debe entrar a los pits para recargar gasolina y cambiar las llantas, de otra forma no terminará bien la carrera. Si no haces una parada en los pits y te empeñas en seguir a toda velocidad para llegar a la meta, entonces no sólo corres el riesgo de quemar las llantas, sobrecalentar el motor y quedarte sin combustible, sino que muy probablemente terminarás estrellándote. Para los artistas la fama es muy seductora y no queremos dejar de pisar el acelerador. No nos damos cuenta de que eso nos cuesta dejar pasar momentos muy importantes en la vida familiar. A mí me pasó ya, y no me gustaría que me volviera a suceder”.

 

ENTRE KUBRICK Y BOWIE

Con 30 años de carrera y 16 producciones musicales a cuestas, el colombiano se reinventa en este 2017 con Mis planes son amarte, un álbum visual que contiene 12 canciones y 12 videos, el cual será lanzado mundialmente el próximo 12 de mayo.

Esta producción refleja el momento sentimental y creativo por el que atraviesa el cantante, así como el primer proyecto conceptual que se realiza en América Latina, pues las canciones que integran el disco son en realidad un viaje sonoro, es decir, con un hilo conductor que las une. Además, los 12 videos, al verse en el orden adecuado, forman una película de poco más de una hora de duración.

“No quería salir con un álbum tradicional, quería ir más allá, así que me reuní con Kacho López, un excelente director de videos, con quien trabajé en la historia de este proyecto. Todo surgió porque en una de las canciones hay una frase que dice: ‘Mis planes son amarte y los tuyos a la Luna’, entonces fue que se nos ocurrió la idea de un astronauta y un viaje espacial, porque jugamos con el verbo amar y con el planeta Marte. Aprovechamos esa ventana para dar rienda a toda esta locura creativa en la que se fue convirtiendo la historia que enlaza a un astronauta, un arqueólogo y una mujer indígena. Es un sueño, una obsesión que nos lleva de la ciencia ficción a nuestras raíces más profundas”, dice Juanes.

Una fuente importante de inspiración para este proyecto fue la película 2001: Odisea del espacio de Stanley Kubrick, y los discos del británico David Bowie. “No se trataba de imitarlos ni de hacer una copia de sus trabajos, simplemente utilizarlos como una referencia sensorial y emotiva para intentar recuperar la esencia de una obra conceptual, de un álbum integral, algo que hace mucho no se hacía, porque hoy en día todo es más efímero en el consumo de la música”.

Sabe que tal vez sea un poco complicado que la gente se acerque a la totalidad del proyecto, “porque no nada más se trata de que se descargue un sencillo, se compre una canción o se vea un video, sino de que se disfrute del álbum como un todo, así como se hacía en la década de los 70 con los discos conceptuales”.

Aunque este disco no cancela la posibilidad de que se escuche cada canción de forma independiente o sólo se vea el video de una canción.

 

ESTAR EN PAZ

Juanes no quiere ser un “rockstar” aunque de alguna manera lo sea hasta ahora. Sin embargo no está dispuesto a hacer todas las concesiones que esto le implicaría otra vez.

“Para mí, lo más importante es sentirme en paz conmigo mismo, no tanto ser reconocido como megaestrella de fama internacional. Además, no estoy dispuesto a realizar esos cambios que me puedan situar en otro nivel, pues tendría que dejar de ser lo que yo soy”.

Algunos de esos cambios a los que el colombiano se refiere son, por ejemplo, crear un tipo de música que no le interese con tal de llegar a ser el número uno.

“Los tiempos cambian y aplaudo lo que hacen artistas como J. Balvin en el reguetón, un fenómeno mundial. Lo mismo pasa con Luis Fonsi, quien tiene una canción con Daddy Yankee que es la número uno en el mundo. ¿Tienes idea de lo que es eso? Su canción es la número uno en todo el mundo, entonces, si quieres ser el número uno del mundo debes hacer reguetón… Y si ese es el precio que hay que pagar, yo no le entro”.

Y es que para Juanes, la música tiene una función social que explica a detalle: “Colombia ha vivido muchos años con el estigma de la droga y el narcotráfico, sin contar con esos monstruos terribles que son la guerra y la violencia. Pero también hay otra Colombia, la de la música y su cultura, y en esa es en la que yo encajo junto con otros colegas que queremos cambiarle la cara al país. Y lo estamos logrando, porque, además de los que ya tenemos un rato en esto como Shakira, Carlos Vives, Fonseca, Aterciopelados, Balvin y un servidor, hay muchos artistas y bandas nuevas que están haciendo mucho ruido en el mundo. Ahora, cuando se habla de Colombia ya no sólo se habla de lo malo, sino también de su música. Y lo mismo pasa con el deporte, sólo mira a la selección colombiana, que cada día llega mucho más lejos. Eso me llena de orgullo. Problemas sociales, claro que los hay, ¿qué país latinoamericano no los tiene?, pero nuestros países son mucho más que esos problemas. ¿Qué sería del mundo sin cantantes ni futbolistas? Dios mío, sería algo fatal”.

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