Ha pasado todo un año para que los cuatro grandes del tenis se encuentren nuevamente en las canchas. Lesiones, descansos, vacaciones, todo ha influido para que Andy Murray, Novak Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal no estuvieran en un torneo de Grand Slam al mismo tiempo –la última vez fue en el Abierto de Australia 2016– y este año vuelven a verse las caras en el mismo torneo, pero esta vez las circunstancias son diferentes.
A 12 meses de distancia, las condiciones de estos cuatro inmortales del tenis han cambiado. Su lugar en el ranking mundial y su motivación es diferente, y eso determinará su paso por este torneo y su futuro en el tenis mundial.
El británico Andy Murray llega como número uno del mundo, lugar en el que esperó estar toda su vida. Es la primera vez que accede a un torneo de Grand Slam en la cima del tenis y no piensa soltarla. Hace un año Murray se encontraba en la segunda posición y sucumbió en la final ante Djokovic.
Por su parte el serbio Novak Djokovic llega como el segundo en la siembra, sin embargo sus motivaciones son muy diferentes: el otrora número uno mundial ha manifestado su deseo de dedicarse menos al tenis y más a la familia, tiene casi 30 años y se mantuvo cerca de dos años como la figura más dominante del deporte blanco, por lo que puede retirarse pronto y sabe que tendrá un lugar en la historia.
En la edición anterior Djokovic se coronó para consolidar su dominio mundial y demostrar que era el mejor.
Vamos ahora con Roger Federer, quien hace un año era el tercer clasificado y cayó en la semifinal ante Djokovic. El suizo demostraba que estaba un paso atrás, pues la edad y los años en el circuito han hecho merma en su estado físico y su nivel de juego.
En esta ocasión Federer llega como el clasificado 16. Las lesiones han hecho estragos en el suizo, quien decidió tomarse unos meses de descanso y recuperación para regresar con más fuerza en este 2017.
El español Rafael Nadal, también afectado por las lesiones, todavía se encuentra en el top ten (9), pero sin duda un paso debajo de Murray y Djokovic. El ibérico era quinto en la edición de hace un año, la cual abandonó en la primera ronda al perder frente a Fernando Verdasco. Nadal ha dejado ver que Australia no es su mejor torneo: es el único de Grand Slam que ha ganado tan solo una vez y eso fue hace ocho años.
No es un secreto el amplio dominio de Federer, Nadal y Djokovic en la última década, de hecho de los últimos 11 abiertos de Australia 10 han sido ganados por ellos; Murray es el único que no lo ha conseguido, lo que además le da una motivación extra.
Probablemente es la última vez que veremos a lo cuatro grandes sobre la cancha de Australia, al menos a un nivel de élite como el que todavía conservan.
Nadal y Federer probablemente estén en su última temporada dentro de los primeros planos del tenis o quizá, incluso, piensen en el retiro al término del 2017. Djokovic lo ha ganado todo en los últimos años, insistimos que él mismo dijo que ya no le interesa ser el número uno o ganar todo lo que es posible, por ello Andy Murray parece que será el nuevo campeón.
Ah, claro, ante Murray vienen las nuevas generaciones, hambrientas de triunfos y con unos años menos, encabezados por el suizo Stanislav Wawrinka, quien ya ganó este certamen en el 2015 y que en esta ocasión dará una gran batalla.
Solo nos queda disfrutar el primer torneo de Grand Slam del año, donde Murray y Djokovic estarán disputando la cima mundial del tenis. Ahora más que nunca, con los cuatro grandes en la cancha, únicamente diremos: que gane el mejor.
