Pocos son los deportistas que saben retirarse a tiempo, pero aún menos son aquellos que se retiran luego de alcanzar la gloria máxima de un título, tal es el caso del flamante campeón de la Fórmula Uno, Nico Rosberg.
El germano-finlandés trae la velocidad en las venas, pues su padre, Keke Rosberg, también fue campeón de la máxima categoría del automovilismo en 1982, a bordo de un auto de la escudería Williams.
Con apenas 31 años de edad, Nico Rosberg dice adiós a las pistas. Por muchos años soñó con llegar a lo máximo del podio, no solo en una carrera, sino en todo el campeonato y así igualar la hazaña conseguida por su padre. y lo logró, por lo que decide emprender nuevos proyectos y dejar atrás la Fórmula Uno, luego de una carrera llena de esfuerzo y de metas cumplidas.
Rosberg nació en Alemania el 27 de junio de 1985, se subió a su primer auto de Fórmula Uno a los seis años y desde entonces se enamoró de la velocidad. Sus primeros triunfos los consiguió en la categoría de 10 a 12 años, en Francia, donde fue bicampeón en 1996 y 1997.
Poco a poco subió de categorías cosechando éxitos en cada competencia, primero en la Fórmula A y luego en la BMW, en la que con tan solo 17 años logró el campeonato de manera fácil, con lo cual la escudería de F1 Williams lo invitó a realizar unas pruebas, para ser así, el piloto más joven en subirse a un monoplaza.
Del 2003 al 2005 incursiona en la Fórmula 3 Euroseries, en donde vuelve a destacar y demuestra que tiene calidad para llegar muy lejos. En su última campaña en la GP2 Series, incluso establece récord con la mayor cantidad de puntos obtenidos para cualquier piloto: 120 en 23 carreras.
Por fin, en el año 2006, Rosberg llega a la Fórmula Uno como piloto oficial; la escudería Williams le dio un espacio ganado a pulso con su talento y trayectoria en divisiones menores.
Aunque en su primera temporada solo consiguió 4 puntos y terminó en el lugar 17 de la clasificación de pilotos, dejó una grata impresión al lograr vueltas más rápidas en varios circuitos y gracias a movimientos de gran capacidad para rebasar a los rivales.
Año con año Rosberg volvió a superarse y consiguió cada vez más presencia, ya sea en podios, puntos o clasificaciones, sin embargo la poca competitividad de los autos y los motores con los que corría le impedían llegar más lejos.
En el 2010 Mercedes ficha a Rosberg, pero también a Michael Schumacher, a quien trae de vuelta del retiro. Las primeras dos temporadas son complicadas, pues los reflectores estaban en Schumacher, mas Rosberg era quien lograba los mejores resultados; a pesar de ellos, no llegaba un triunfo.
Finalmente, en su tercer año con Mercedes y tras 110 participaciones en carreras de Fórmula Uno, Nico logra la pole position del Gran Premio de China, el cual domina y escala hasta la parte más alta del podio, su primera vez de muchas. No obstante, los siguientes años son difíciles. La escudería trae a Lewis Hamilton y con ello Rosberg pasa a segundo plano de nuevo, pero esta vez incluso con órdenes (en algunas carreras) de no atacar a su coequipero, quien logra campeonatos mundiales y deja al alemán en la segunda posición.
Con subcampeonatos en el 2014 y 2015, Rosberg llega a la temporada 2016 decidido a llevarse el campeonato.
Inicia los cuatro primeros Grandes Premios con triunfo en todos ellos, así deja claro que no permitiría a la escudería Mercedes relegarlo en esta ocasión.
La ventaja en puntos y sus buenas actuaciones en el resto de la temporada le dieron una ventaja de 12 puntos sobre Lewis Hamilton en la clasificación de pilotos. En la última carrera del año, el GP de Abu Dabi, llega en la segunda posición, con lo que asegura su primer y ansiado título en la Fórmula Uno.
Cinco días después, todavía entre festejos y felicitaciones, Rosberg decide que ha sido suficiente, que ha logrado la gloria, igualar a su padre y sabe que no tiene nada más qué demostrar.
Sus metas son diferentes ahora. Con su familia como prioridad, sale a buscar nuevos retos y sabemos que los encontrará y los conquistará, porque es un gran campeón.