En 2016, la economía mundial se expandió solamente 2.2 %, la menor tasa de crecimiento desde la Gran Recesión de 2009, pero la Organización de las Naciones Unidas prevé que el producto bruto mundial aumente un 2.7 % en 2017 y 2.9 % en 2018.
De acuerdo con su informe Situación y perspectivas de la economía mundial los países en desarrollo son los principales impulsores del crecimiento mundial y representan aproximadamente 60 % del crecimiento del producto bruto mundial en el período de 2016 a 2018. Asia Oriental y Meridional son las regiones más dinámicas del mundo, gracias a la fuerte demanda interna y las políticas macroeconómicas de apoyo.
En este panorama, se proyecta que el producto interno bruto (PIB) en América Latina y el Caribe se expanda 1.3 % en 2017 y 2.1 % en 2018, después de una contracción estimada de 1.0 % en 2016.
En el caso de México y América Central, se mantendrá moderado, y se proyecta una expansión del PIB de 2.3 % en 2017 y 2.2 % en 2018, en un contexto de elevada incertidumbre.
El resultado de las elecciones en los Estados Unidos ha complicado aún más el panorama de corto y mediano plazo para la economía mexicana. Con una inversión que se proyecta que declinará todavía más, se estima que el crecimiento del PIB se mantendrá cerca del 2 % en 2017 y 2018.
En América Latina y el Caribe, los principales factores de riesgo son una desaceleración mayor a la esperada en China, la posible adopción de medidas proteccionistas por parte de la nueva administración en Estados Unidos y nuevas turbulencias en los mercados financieros. Esto último podría, por ejemplo, ser desencadenado por un ritmo más rápido a lo esperado en los aumentos de las tasas de interés en los Estados Unidos.