Por Ryan Woo y Samuel Shen
PEKÍN/SHANGHÁI, 18 feb (Reuters) – El número de nuevas infecciones por la nueva cepa de coronavirus en la China continental cayó por debajo de 2.000 el martes por primera vez desde enero, aunque los expertos advierten que todavía es demasiado pronto para decir que se ha logrado contener el brote.
Las consecuencias económicas de la epidemia se extendieron al gigante de tecnología estadounidense Apple, que advirtió sobre la menor producción de su artículo principal, el iPhone, y de unos ingresos inferiores a los previstos, mientras que el presidente de Corea del Sur calificó la situación de su país de emergencia económica.
Las fuertes restricciones de viaje y desplazamiento han ayudado a limitar la propagación del virus fuera del epicentro en la provincia de Hubei, pero con un gran coste para la economía china y los intercambios comerciales.
Apple Inc se ha sumado a otras empresas al señalar la disminución de los ingresos como resultado de la epidemia, diciendo que no cumpliría con su orientación para el trimestre enero-marzo debido a la disminución de la producción del iPhone y la menor demanda en China.
Las plantas de producción de la compañía tecnológica en China habían comenzado a reabrir, pero estaban tardando más de lo esperado para ponerse en funcionamiento y la reducción de teléfonos iPhone resultante afectaría las ventas, dijo en una declaración a los inversores.
China es el mayor mercado mundial de teléfonos inteligentes y algunos analistas han estimado que el virus puede reducir la demanda de teléfonos a la mitad en el primer trimestre en China.
Los analistas del grupo de servicios financieros japonés Nomura han vuelto a rebajar la previsión de crecimiento económico de China para el primer trimestre, hasta el 3%, la mitad que en el cuarto trimestre, y han dicho que existe el riesgo de que sea aún más débil. El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, declaró la situación de emergencia económica el martes y prometió medidas para estimular la demanda y proteger a las empresas del impacto del brote de coronavirus.
Hong Kong aumentó las donaciones del Gobierno a las empresas y a la Autoridad Hospitalaria a 28.000 millones de dólares hongkoneses (unos 3.600 millones de dólares) en lugar de los 25.000 millones prometidos anteriormente para aliviar el impacto en la maltrecha economía de la ciudad gobernada por China.
Estas decisiones se tomaron después de que los datos económicos publicados en Japón, la tercera economía más grande del mundo, y Singapur, centro financiero y nodo de viajes en la región, apuntaran a una posible recesión en el próximo trimestre.
El regulador estatal de activos de China dijo que el impacto del brote de coronavirus en las industrias aparecería principalmente en febrero, sugiriendo que lo peor podría estar aún por venir en términos de actividad comercial.
VIGILANCIA PERMANENTE
El virus se cobró otras 98 vidas en la China continental, lo que eleva el total de muertes allí a 1.868, según la Comisión Nacional de Salud. Hubo 1.886 nuevas infecciones confirmadas, totalizando 72.436.
El número de nuevas infecciones diarias en la China continental no había sido inferior a 2.000 desde el 30 de enero, mientras que el número de muertes diarias no había bajado de 100 desde el 11 de febrero.
Fuera de China, hay 827 casos en 26 países y regiones y cinco muertes.
Las autoridades chinas dicen que la estabilización del número de nuevos casos es una señal de que las medidas que han tomado para detener la propagación de la enfermedad están surtiendo efecto.
Aun así, el virus se propaga rápidamente y las autoridades sanitarias mundiales tienen que mantenerse en guardia contra un brote más amplio, dijo Jimmy Whitworth, profesor de Salud Pública Internacional de la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
“Podemos esperar que los datos sobre la disminución del número de nuevos casos en China muestren que la epidemia ha alcanzado su punto máximo en la provincia de Hubei, pero todavía es demasiado pronto para estar seguros de que sea así”, dijo.
“Mientras tanto, los servicios de salud de otros países deben permanecer vigilantes para identificar todos los casos y prevenir la transmisión a sus poblaciones”.
El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que los datos chinos “parecen mostrar una disminución de los nuevos casos”.
“Esta tendencia debe interpretarse con mucha cautela. Las tendencias pueden cambiar a medida que otras poblaciones se vean afectadas”, añadió.
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(Información de Ryan Woo en Pekín y Samuel Shen en Shanghái; información adicional de Lusha Zhang, Gabriel Crossley y Se Young Lee en Pekín; escrito por Stephen Coates; editado por Michael Perry; traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)