Por Alex Lawler
LONDRES, 20 feb (Reuters) – La estructura de fijación de precios del mercado petrolero señala un potencial descenso en los suministros a partir de una mayor demanda, una vez que se atenúen los temores por el impacto del coronavirus y tras el endurecimiento de las sanciones estadounidenses contra los envíos de Venezuela.
Los futuros del Brent para pronta entrega cotizan actualmente con primas respecto a los meses futuros, una estructura denominada “backwardation”, que normalmente apunta a una reducción en la oferta.
El diferencial en el Brent a seis meses desde abril a octubre se amplió a cerca de 1,32 dólares el barril desde el nivel bajo cero del 14 de febrero.
Eso marca un giro desde el comienzo de febrero, cuando el brote de coronavirus empujó al Brent a la estructura opuesta, que llevó a los valores por debajo de los precios forward, conocida como contango, por primera vez desde julio de 2019.
El contango sugería que el mercado estaba dando por hecho una caída en la demanda por crudo desde China, el segundo mayor consumidor de combustible del mundo, por causa del coronavirus.
Pero una desaceleración en los nuevos casos de la epidemia y la decisión de Pekín de bajar su tasa referencial de crédito han aliviado esos temores.
“Los mercados tratan de anticiparse”, dijo un operador de futuros del Brent. “Lo que dice la backwardation es que China está tomando el control de la situación y que cuando Pekín reinicie su economía la demanda vendrá con fuerza”.
En el lado de la oferta, la decisión de Washington anunciada esta semana de penalizar a una unidad de la petrolera rusa Rosneft por sus lazos con la estatal venezolana PDVSA podría reducir más las exportaciones del país sudamericano, que es miembro de la OPEP.
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(Editado en español por Janisse Huambachano)