Ante el desdén de Conacyt hacia el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT), la titular de esa instancia, la física Julia Tagüeña, renunció a su cargo.
En una declaración hecha pública este lunes, la científica sostuvo que, a pesar de que el Conacyt está legalmente obligado a dotarles de fondos para su operación, por primera vez en 17 años de historia del Foro no ha cumplido.
“El Foro ganó la suspensión definitiva de esta decisión y obtuvo un amparo en primera instancia, pero incluso así sigue sin recibir recursos. Esto imposibilita las actividades ordinarias y por ello la Mesa Directiva ha decidido entrar en una suspensión parcial de actividades y dejar sus bienes inmuebles y muebles en comodato a la UNAM, que se encargará de su mantenimiento”, precisó.
“Esta situación me ha llevado a presentar a la Mesa Directiva mi renuncia como coordinadora general a partir del 15 de junio de 2020”.
Asimismo, Tagüeña acusó la creación de una nueva instancia igualmente denominada Foro Consultivo Científico y Tecnológico a partir de cambios en el estatuto orgánico de Conacyt, organismo dirigido por la ecóloga María Elena Álvarez-Buylla, pero que opera en contradicción con la ley.
“Esa nueva instancia carece de autonomía. Ningún órgano puede tener un papel asesor si está subordinado a la autoridad, no es un espacio libre, ni transparente y su composición no es incluyente”, aseveró.
Tagüeña recordó que el FCCyT fue creado con la Ley de Ciencia y Tecnología de 2002, aún vigente, y se constituyó en asociación civil conforme al estatuto orgánico del Conacyt. Es un órgano autónomo de consulta permanente para el Ejecutivo Federal, y que colabora también con el Poder Legislativo.
Su meta, continuó, es hacer oír las voces de la comunidad científica, académica, tecnológica y del sector productivo, en toda su pluralidad y en apoyo a la formulación de políticas y programas de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación.
“El desarrollo de la ciencia tiene que estar basado en la libertad de cátedra y de investigación. Un sistema que no lleve la voz de la comunidad CTI (ciencia, tecnología e innovación) hasta la política científica es irrelevante para México”, advirtió.
“Un país sin ciencia, tecnología e innovación no tiene futuro”.
A solicitud expresa de una postura sobre la salida de Tagüeña, Conacyt se mantuvo al margen.
“El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología informa a la opinión pública que respeta y se abstiene de opinar acerca de las decisiones internas tomadas por la persona moral de derecho privado FCCyT o por cualquier otra asociación civil privada”, compartió el área de comunicación del organismo a este diario