Si las partículas y las fibras microscópicas de plástico están en los océanos y lugares de agua dulce del mundo, ¿podrían estar también en el agua potable?, fue la pregunta que se hizo la organización Orb Media, y tras una investigación la respuesta fue sí.
Para el estudio recolectaron 159 muestras de agua de la llave de distintas ciudades y pueblos de todo el planeta. Fueron examinadas por la investigadora Mary Kosuth en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Minnesota, y en el 83 % halló fibras microscópicas de plástico.
“Dado que este es el primer estudio mundial que se ha completado de contaminación por plásticos en el agua de grifo, estos resultados deben considerarse como un primer vistazo a las consecuencias de la utilización (y) eliminación de estos desechos por los seres humanos, en lugar de una evaluación exhaustiva de la contaminación mundial por plásticos”, escribió Kosuth en su reporte.
Dan Morrison y Christopher Tyree, de Orb Media, escribieron en el informe que incluso hallaron fibras plásticas en el agua embotellada de las principales marcas estadounidenses y en casas donde usan filtros de ósmosis inversa.
“Basándonos en nuestros resultados, una persona que bebe dos litros de agua al día o bebidas como café, té y refresco puede ingerir ocho fibras de plástico, el equivalente a más de 2 900 al año”, afirman.
Afortunadamente existen soluciones, como las plantas que depuran las aguas residuales que desechan las ciudades. Por ejemplo, “al ralentizar el proceso de tratamiento permitiría a las instalaciones capturar más fibras de plástico”, explica Kartik Chandran, ingeniero medioambiental de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), pero esto también aumentaría el costo.