La Asamblea Nacional de Francia aprobó un nuevo proyecto de ley de lucha antiterrorista, presentado por el gobierno del presidente Emmanuel Macron, que amplía las prerrogativas de las autoridades para proteger a la población del riesgo de atentados.
La nueva ley comenzará a ser aplicada después del 1 de noviembre próximo, fecha en la que el gobierno ha establecido el final del estado de emergencia, decretado la noche de los atentados de París del 13 de noviembre de 2015.
La nueva legislación fue presentada por su principal defensor, el ministro francés del Interior (Gobernación), Gerard Collomb, y se considera una versión menos amplia de algunas medidas de seguridad excepcionales adoptadas luego de los atentados de París, de noviembre de 2015, en los que murieron 130 personas.
El texto incluye dos medidas controvertidas según los defensores de derechos humanos. En concreto, la posibilidad, en cualquier momento para las autoridades, de asignar a residencia a un individuo considerado peligroso o de realizar registros sin autorización judicial.
También permitirá, sin que un estado de urgencia esté decretado, establecer un perímetro de seguridad en un lugar o evento por riesgo de atentado, el registro de individuos, vehículos y maletas así como el cierre de lugares de culto que difundan ideas que llamen a la violencia, el odio o la discriminación, entre otras posibilidades.
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