Les dicen “bosques fantasmas”. Los árboles muertos a lo largo de grandes extensiones de terrenos costeros invadidos por la crecida del mar son una de las manifestaciones más visibles del cambio climático, según los científicos.
Es un proceso que ocurre naturalmente desde hace miles de años, pero que se ha acelerado en las últimas décadas a medida que se derriten los hielos polares y sube el nivel de las aguas.
El agua salada penetra cada vez más profundo en la costa y mata árboles acostumbrados al agua dulce.
Es algo que sucede en todo el mundo, pero investigadores dicen que los bosques fantasmas son particularmente visibles en América del Norte, desde Canadá hasta la Florida, e incluso en Texas.
El agua salada cambia el ecosistema de la costa, creando pantanos donde había bosques.
Esto afecta el medio ambiente de distintas formas, aunque los científicos se abstienen de decir si son cambios positivos o negativos.
Señalan que lo que perjudica a una especie o ecosistema puede beneficiar a otro.
El mar creció 40 cm en los últimos 100 años, de acuerdo con Ben Horton, profesor de Rutgers y experto en la crecida de los mares. Ese es un ritmo más rápido que el de los últimos 2 000 años en forma combinada, señala.
Associated Press