Leah y Jasmine son parte de un grupo de niños y adolescentes de familias inmigrantes que partieron el pasado lunes 10 de abril desde Miami a Washington para darle un mensaje claro al presidente Donald Trump: los niños están unidos y van a luchar por sus padres, muchos de ellos sin papeles, para vivir legalmente en Estados Unidos.
La mayoría de los chicos que viajan en el autobús nacieron en Estados Unidos, pero temen que sus familias queden divididas si sus padres o alguno de ellos son deportados. Un puñado de adultos, entre ellos varios de los padres, acompañó a los niños en el viaje de cuatro días que tuvo escalas en Georgia y Carolina del Norte.
“Voy a Washington porque quiero proteger a mi familia. Quiero darle el mensaje al presidente de que los niños estamos fuertes y podemos pelear por nuestros padres”, expresó Leah, de 11 años, durante el camino.
Los chicos, que fueron acompañados también por un grupo de adolescentes afroamericanos, se encontraron en Washington con otros grupos de niños de Nueva York, New Jersey, Maryland, Virginia, Carolina del Norte y Colorado y juntos hicieron una manifestación en el Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca.
Associated Press