Todos los seres humanos tienen obsesiones que forman parte de la vida mental normal, pero representan un problema cuando estas duran más de una hora al día y afectan algún área del desempeño de la persona, ya sea en el trabajo, escuela, las relaciones interpersonales.
Y es que la mayoría de la población ha presentado, por lo menos una vez en la vida, insatisfacción o incomodidad con una o varias áreas de su imagen corporal, acto que podría considerarse ordinario. Sin embargo, cuando esta falta de satisfacción se torna excesiva, repetitiva, angustiante y produce malestar hacia algún defecto imaginario de la apariencia física, representa un problema de salud mental conocido como trastorno dismórfico corporal (TDC).
El TDC es una condición clínica grave presente aproximadamente en 3 % de la población mundial. La preocupación puede incluir cualquier aspecto de la apariencia física, por ejemplo, forma, tamaño, color o simetría. Este comportamiento está acompañado por compulsiones de camuflaje para disimular el supuesto defecto, revisión exagerada en espejos, inseguridad y búsqueda de tratamientos estéticos, e incluso puede motivar ideas suicidas hasta en un 30 % de las personas que lo padecen, señala la médico psiquiatra Cristina Lóyzaga Mendoza.
En los últimos 15 años, la comunidad científica y médica internacional ha comenzado a poner atención en este problema de salud mental. En México no existían investigaciones relacionadas, hasta hace siete años, cuando en 2010 un grupo multidisciplinario del Instituto, encabezado por la doctora Cristina, inició un proyecto dirigido a determinar la caracterización del trastorno dismórfico corporal en la población mexicana desde una perspectiva psicopatológica, clínica, neuropsicológica y genética.
Los pacientes que presentan este trastorno reciben el tratamiento farmacológico que les permita restablecer las alteraciones neuroquímicas, acompañado de terapia cognitivo conductual. En el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” se diseñó una terapia con base en la literatura internacional y de la experiencia propia.
Agencia Informativa Conacyt