KINSHASA, Congo (AP) — El nuevo presidente del Congo Felix Tshisekedi hizo noticia tan pronto juramentó el jueves al anunciar que liberará a todos los prisioneros políticos y elogiar a su padre, el difunto líder y símbolo de oposición Etienne, llamándolo “presidente” ante aplausos y vitoreo.
La juramentación de Tshisekedi, de 55 años, marcó la primera transferencia pacífica de poder en el país del centro de África desde que se independizó hace casi 60 años.
Tshisekedi sucede a Joseph Kabila, quien dirigió al país desde el 2001. Kabila, con lentes de sol, observó tranquilamente la extraordinaria ceremonia en la que un líder de oposición llega a la presidencia. Cuando Kabila bajó de la tarima, algunas personas lo abuchearon.
En medio de interrogantes sobre la disputada elección del 30 de diciembre, Tshisekedi pidió tolerancia y dijo que la reconciliación nacional era “una de nuestras prioridades”. La mayoría de los congoleses han aceptado su triunfo para mantener la paz.
Pese a las denuncias de fraude, el nuevo líder goza de la buena voluntad del pueblo en parte debido a la imagen de su padre quien trató de ser presidente durante décadas pero nunca llegó al poder. La referencia a Etienne Tshisekedi como “presidente” fue un reconocimiento a la declaración desafiante que el entonces líder opositor hizo tras perder la elección disputada en el 2011 ante Kabila.
El padre de Tshisekedi era un rival tan carismático que cuando murió en Bélgica en el 2017 el gobierno del Congo no permitió que sus restos fueran repatriados. El portavoz de su hijo dijo que eso sería corregido pronto.
Simpatizantes del nuevo presidente se metieron a la fuerza al Palacio de la Nación para ver la juramentación, en la cual solo se vio a un jefe de gobierno africano, el presidente de Kenia Uhuru Kenyatta. La Unión Africana y otros en la comunidad internacional manifestaron reservas por las acusaciones de fraude electoral. Estados Unidos y otros dijeron esta semana que trabajarán con el nuevo líder pero no lo felicitaron.