El 8 de agosto la población mundial acabó con todos los recursos de la Tierra destinados a este año.
Este día ha sido denominado por la organización Global Footprint Network como “Día del exceso de la Tierra” y cada año ocurre más temprano.
Hace 40 años llegó el 19 de noviembre, 20 años después ocurrió el4 de octubre, el año pasado fue el 13 de agosto y este año se adelantó la fecha cinco días.
El estudio Indicadores de Desarrollo Mundial, del Banco Mundial, señala que el año normal de 365 días se ha reducido a 221, y de cumplirse el pronóstico de que en 2050 la población mundial llegará a 9 600 millones de personas, se necesitarán tres planetas Tierra para tener los recursos naturales suficientes a fin de contar con el estilo de vida que tenemos hoy en día.
Actualmente, Japón consume 5.5 veces más de lo que produce, Italia 3.8 veces, Suiza 3.5 veces, Egipto 3.2 veces, Reino Unido tres veces y China 2.7 veces.
El desperdicio de alimentos desempeña un papel importante en la voracidad y el exterminio del planeta, de acuerdo con el estudio Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo, de la FAO, el cual además indica que un tercio de la producción de los alimentos destinados al consumo humano se pierde o desperdicia en todo el mundo, lo que equivale a aproximadamente 1300 millones de toneladas al año.
Lo anterior significa que cantidades incalculables de los recursos destinados a la producción de alimentos se utilizan en vano,también que las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la producción de alimentos se pierden sin sustento.
El doctor Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, sabe que si no se actúa, habrá un colapso de la civilización en las próximas tres o cuatro décadas, luego del aumento en los niveles de contaminación en 400 partes por millón, rebasadas en marzo de este año.
El también integrante de la Academia de Ciencias y Artes de Estados Unidos, destaca que este incremento en los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la Tierra se explica si se toma en cuenta que la última vez que hubo 400 partes por millón de contaminantes no había vida humana.
“Hemos llegado a las 400 partes por millón. El objetivo del Convenio de la Convención de Cambio Climático que se firmó en París en diciembre pasado ha quedado rebasado”, asevera.
La consecuencia tras el aumento en 400 partes por millón es que la contaminación no deja salir el calor, esto provoca que se incremente el nivel del mar y ocasiona también cambios en las precipitaciones pluviales y, por tanto, inundaciones o sequías.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) explicó que aunque los niveles de CO2 habían alcanzado la barrera de las 400 ppm en algunos lugares del mundo durante varios meses del año, nunca antes había sido a escala mundial durante un año entero.