The New York Times trasladará parte de su sede en Asia, situada en Hong Kong, a la ciudad de Seúl, capital de Corea del Sur, en respuesta a «los esfuerzos de China por impedir los asuntos» de la antigua colonia británica, según un artículo publicado este martes en el periódico neoyorquino.
El periodista Michael Grynbaum explica en un artículo que Hong Kong ha servido durante décadas como sede de su diario y de otros muchos medios de lengua inglesa por su proximidad a la China continental y su «rica tradición de una prensa libre».
«Pero una ley general de seguridad nacional aprobada por China en junio, destinada a obstaculizar a las fuerzas opositoras y prodemocráticas en Hong Kong, ha perturbado a las organizaciones de noticias y ha creado incertidumbre sobre las perspectivas de la ciudad como centro para el periodismo en Asia», asegura la nota.
Grynbaum recuerda que varios trabajadores del Times han tenido problemas para la obtención de sus permisos de trabajo, «obstáculos que son comunes en China pero que rara vez fueron un problema en la antigua colonia. Con la ciudad enfrentando una nueva era bajo un estricto dominio chino, los editores del Times determinaron que necesitaban una base adicional de operaciones en la región».
«Algunos periodistas también están preocupados por que Pekín tome medidas enérgicas contra el activismo y la libertad de expresión de manera más similar a la forma en que se trata a los medios de comunicación en China continental», agrega el autor del artículo, antes de destacar que Estados Unidos y China han mantenido un enfrentamiento diplomático sobre los medios de comunicación desde mediados de febrero, cuando China expulsó a tres reporteros del diario The Wall Street Journal.
Esta decisión coincide con el anuncio hecho hoy por el presidente de EE.UU., Donald Trump, de que ha firmado un decreto que pone fin al trato económico y comercial especial que Washington daba a Hong Kong, además de una ley por la que impondrá nuevas sanciones a China por haber «extinguido la libertad» de esa ciudad semiautónoma.
«He firmado un decreto que pone fin al trato preferencial de Estados Unidos hacia Hong Kong. Ahora les trataremos igual que a la China continental», dijo Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
«No tendrán privilegios especiales, no tendrán un trato económico especial ni podrán exportarnos tecnologías delicadas. Además, ya saben que hemos puesto aranceles masivos a China», recordó, insinuando que esas tasas se aplicarán también a los productos procedentes de Hong Kong.
El decreto de Trump supone un paso más respecto a su anuncio de mayo, cuando el mandatario estadounidense ya ordenó a su Gobierno reducir al mínimo el trato preferencial que daba a Hong Kong, un estatus que contribuyó a que esa antigua colonia británica se convirtiera en centro financiero global a lo largo de las dos últimas décadas.
La medida forma parte de las represalias de Washington por la aprobación de la controvertida ley de seguridad nacional sobre Hong Kong, que busca prohibir todo acto de «subversión contra el Gobierno» central chino en la ciudad semiautónoma y que Trump considera una vía para «oprimir» a ese territorio.