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Un Nobel en apuros

El próximo 10 de diciembre Juan Manuel Santos será reconocido con el Nobel de la Paz , por su esfuerzo para terminar con la guerra civil de Colombia, pero el acuerdo por la paz sigue sin concretarse
21 de Noviembre 2016
Mundo_32-34
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El 2 de octubre, el rotundo “no” para firmar un acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cimbró al país de Sudamérica. Desde entonces, el presidente Juan Manuel Santos se dio a la tarea de iniciar un nuevo diálogo con la oposición política liderada por el expresidente Álvaro Uribe para reabrir las discusiones en Cuba con el fin de modificar el acuerdo.

Todavía se trabaja en el nuevo acuerdo, pero Humberto de la Calle, jefe de la delegación del Gobierno colombiano dijo el pasado 15 de noviembre que este es “definitivo… no hay espacio para una nueva negociación”.

Junto con otros delegados oficiales del acuerdo, De la Calle dijo ante la prensa que se trata de un acuerdo “auténticamente nuevo” que incluye más del 80 % de las propuestas de los partidarios del “No”.

El mecanismo para refrendar el texto dado a conocer en la madrugada del lunes 14 de noviembre será debatido por el presidente Juan Manuel Santos y los partidos defensores del acuerdo de paz rechazado. Las reuniones se extenderán también al Centro Democrático, encabezado por el expresidente Álvaro Uribe y principal opositor a esos acuerdos.
“Queremos escucharlos a todos”, afirmó el ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, presente en la rueda de prensa, en la que también participaron el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, el negociador Frank Pearl y el senador Roy Barreras.

Cristo citó mecanismos como el plebiscito, los cabildos populares –debates a nivel local– o la votación de los acuerdos en el Congreso como posibles herramientas para dar validez definitiva a este pacto. Pese al afán mostrado por el Gobierno para cerrar este capítulo, los delegados declinaron mencionar plazos.

La refrendación es el próximo paso para implementar lo acordado entre el Gobierno y las FARC, en diálogos desde 2012. A partir de entonces, prevé el Gobierno, empezará el proceso de desarme de los guerrilleros de las FARC.
Los cambios en este nuevo acuerdo permitirán que unos 7 000 combatientes de las FARC dejen las armas y conformen un partido político, luego de 52 años de violentos enfrentamientos que han dejado unos 220 000 muertos y millones de desplazados.

Aunque sigue sin contemplar penas de cárcel para los guerrilleros que contribuyan a la verdad, el nuevo texto detalla los lugares en los que los rebeldes cumplirán sus penas privativas de la libertad de entre cinco y ochos años por los crímenes cometidos en el conflicto armado.

Además, las FARC deben presentar un inventario detallado de sus bienes y activos para compensar a las víctimas. El acuerdo también incluye aclaraciones sobre la lucha contra el narcotráfico, y establece que la implementación de los acuerdos se hará sin arriesgar la estabilidad fiscal del país.

Otro de los puntos es que se precisó el concepto de “enfoque de género” que tanta polémica desató entre las iglesias del país por considerarlo un respaldo hacia las políticas a favor de la comunidad LGBTI, mientras, De la Calle explicó que se trata de que en el acuerdo quede claro que la mujer fue una especial víctima del conflicto y que merece un trato diferencial en cuanto a medidas de reparación.

Negociación en duda

El presidente Juan Manuel Santos, que el próximo 10 de diciembre recibirá el Nobel de la Paz, no previó una derrota en el plebiscito. De ahí que el mandatario intentará buscar por todos los medios alcanzar un nuevo acuerdo para luego blindarlo jurídicamente, ya sea enviándolo al Congreso o mediante la convocatoria a una nueva consulta popular.
Pero ahora el mandatario se enfrenta a un nuevo reto: su salud. La semana pasada viajó a Estados Unidos para someterse a unas pruebas de salud. El anunció se dio luego de conocer los resultados de unos exámenes oncológicos previos en un hospital de Bogotá.
Los doctores recomendaron a Santos, quien en 2012 fue operado de cáncer de próstata, visitar el centro de oncología del Instituto Johns Hopkins de Baltimore tras detectar un incremento de los valores de antígeno prostático en sus últimos análisis. “Esta noticia toma por sorpresa a mi familia y a mí”, agregó el presidente el mismo día que se habló del nuevo acuerdo de paz “definitivo”.
Sin embargo, en el viaje por Estados Unidos, el colombiano aprovechó para reunirse con senadores republicanos y demócratas a fin de informarles sobre el nuevo acuerdo de paz y discutir la ayuda estadounidense para implementar los acuerdos.
En un primer momento, el presidente estadounidense, Barack Obama, se había comprometido a aportar más de 450 millones de dólares para el posconflicto, decisión que queda en duda tras el triunfo electoral de Donald Trump.
Ahora Santos no está obligado a convocar a un nuevo plebiscito pero podría ratificar el nuevo acuerdo a través del Congreso, aunque corre el riesgo de enfrentar las voces en contra de la oposición si esta no se declara satisfecha con los ajustes y los cambios recién hechos.
Con información de AP y Reuters.

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