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El virus del Zika dejó de ser una emergencia sanitaria internacional a finales de 2016, pero hoy en día todavía representa un grave problema para América Latina.
Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja estima que su impacto socioeconómico en los tres últimos años oscila entre 7 000 y 18 000 millones de dólares.
En el informe se describe la dureza con que la epidemia ataca a los países más pobres de la región y a los grupos más vulnerables, especialmente a las mujeres pobres.
El área más afectada por el virus sería el Caribe, con un impacto cinco veces mayor al registrado en Sudamérica, debido especialmente a la pérdida de ingresos turísticos –en consecuencia los sistemas de salud tendrán más presión.
El informe recomienda intensificar las estrategias regionales y nacionales de preparación y respuesta ante el zika y llama a implicar a las comunidades en esos planes.
Asimismo, aconseja ampliar los sistemas de protección a los colectivos más vulnerables como mujeres, personas discapacitadas y niñas.
