La Guerra de las Galaxias, Indiana Jones, Tiburón, E.T., Supermán, Parque Jurásico, Quédate a mi lado, Las Cenizas de Ángela, La Lista de Schindler, El Turista Accidental, Minority Report, Solo en casa, Salvad al Soldado Ryan… La música de John Williams nos ha hecho soñar y es parte fundamental de la historia del cine.
Y gracias a esas bandas sonoras es el compositor más galardonado de Hollywood con 5 Oscars y 52 nominaciones (en ese sentido solo le supera Walt Disney con 59). La última la recibió este mismo año por Star Wars: Episodio IX -El ascenso de Skywalker. Además de acumular otros 182 galardones y más de 330 nominaciones.
Premios a los que ahora se suma el Princesa de Asturias de las Artes 2020 compartido con Ennio Morricone. El jurado destaca que “sus innumerales composiciones no solo han sido un telón de fondo para acentuar atmósferas o definir personajes, sino que han traspasado la pantalla y han sabido mezclar perfectamente los fondos de la historia de la música con el sonido de su tiempo, sin olvidar su propia idiosincrasia”.
Williams y Spielberg, una pareja infalible
Hablar de John Williams es hablar de Steven Spielberg. Llevan más de cuarenta años colaborando juntos (desde 1974). El imperio del sol, Parque Jurásico, Munich, La lista de Schindler, Memorias de una geisha, o Tiburón son solo algunos ejemplos de su excelente química.
Pero si el director tuviera que escoger su trabajo favorito con el músico, siempre ha dicho que se quedaría con el instrumental de E.T el Extraterrestre (1982): “Fue Williams quien hizo que volaran las bicicletas de E.T. Yo era el que las hacía despegar, pero era él quien mantenía el vuelo”.
“Creo que las películas de Steven tienen proporcionalmente mucha más música que las de la mayoría de sus colegas”, asegura Williams sobre su gran amigo.
Nació en nueva York en 1932
Williams nació en Nueva York, en 1932. Su padre, batería de un grupo de jazz, le inculcó el amor por la música y, siendo muy joven, aprende a tocar el piano, el trombón, la trompeta y el clarinete. Y a los 16 años se mudó con su familia a Los Ángeles.
Asistió a Universidad de California (UCLA) y estudió composición con Mario Castelnuovo-Tedesco. Pero quizás el dato que más nos ayude a entender sus composiciones sea que, en 1952, Williams fue asignado a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y como parte de su servicio dirigió y arregló música para bandas militares. Así se forjaría uno de los sellos de identidad de sus primeras composiciones instrumentales, como Star wars o Encuentros en la tercera fase, ambas de 1977.
Después de servir en la Fuerza Aérea, Williams regresó a Nueva York para asistir a la Escuela Juilliard, donde estudió piano con Rosina Lhevinne.
Williams volvió a mudarse a Los Ángeles y comenzó su carrera en el cine, donde pudo aprender de míticos compositores como Bernard Herrmann, Alfred Newman y Franz Waxman. Y en la década de los 60 puso música a muchos programas de televisión, trabajos por los que se llevó dos Premios Emmy.
En 1974, Steven Spielberg se puso en contacto con John Williams para que le compusiera la banda sonora de su película Loca evasión. Aunque Williams ya era un músico consagrado que había ganado un oscar, algo debió ver en ese joven director desconocido porque aceptó trabajar con él. Ese fue el comienzo de una de las mejores colaboraciones de la historia del cine.
Ese primer Oscar que mencionábamos le llegó por su adaptación de la música para la película El violinista en el tejado (1972) y se llevó cuatro más por Tiburón (1976), La guera de las galaxias (1978), E.T., el extraterrestre (1983) y La lista de Schindler (1994).
Williams ha compuesto la música y ha participado como director musical en centenares de películas. Además de su música de cine, Williams ha escrito muchas obras clásicas que incluyen dos sinfonías, un concierto para fagot, un concierto para violonchelo, conciertos para flauta y violín, un concierto para trompeta y conciertos para clarinete y tuba