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Las personas migrantes mexicanas deportadas podrían encontrar consuelo –o no– en las ofertas de trabajo de un sector en auge de la economía nacional: la industria del blindaje de autos.
Los miembros de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA) dijeron que están interesados en aprovechar la mano de obra calificada en ramas de la industria automotriz, como el blindaje, con la que cuentan los migrantes que vuelven al país.
Ernesto Mizrahi Haiat, presidente del la corporación, expresó que esta es una oportunidad que deben aprovechar para inyectar nueva fuerza laboral en el sector de la seguridad privada, en especial al nicho del blindaje automotor.
“Hoy nuestros connacionales regresan con capacidades y una visión laboral de éxito que bien se puede tomar para hacer a nuestra industria más competitiva”, dijo. La AMBA forma parte de un grupo industrial más extenso que ha ofrecido hasta 50 000 empleos de seguridad privada y servicios de guardaespaldas a las y los migrantes deportados. El repunte en los crímenes violentos en México ha impulsado ese sector, aunque ha perjudicado otras áreas de la economía.
