Un grupo de investigadores logró el avistamiento de tres grupos de vaquita marina —de dos individuos cada uno— entre el 19 de agosto y el 3 de septiembre en las aguas del Alto Golfo de California, cerca de San Felipe, Baja California.
“Es una excelente noticia que la vaquita sobreviva a pesar de la pesca ilegal que se ha desatado en el Alto Golfo, particularmente de totoaba, para vender su vejiga natatoria en los mercados negros de China y Honk Kong. Esta colaboración internacional, así como la eliminación de redes ilegales por parte de estas organizaciones, demuestra la importancia del trabajo coordinado para el estudio y conservación de esta especie”, explicó el doctor Lorenzo Rojas, líder del Programa Mexicano de Investigación.
Dicho programa ha sido una herramienta confiable para conocer el estado de la población de vaquita por más de dos décadas. La monitorización acústica es responsable de las evaluaciones más precisas de las tendencias de la población de esta especie endémica del Golfo de California.
“Siguiendo el ejemplo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y gracias a sus destacables esfuerzos de monitoreo de la población de vaquita, hemos podido encontrar y fotografiar a algunos de los últimos individuos”, aseguró Eva Hidalgo, bióloga de Sea Shepherd.
Además, dijo que este trabajo y la investigación son extremadamente importantes para mostrar al mundo que las vaquitas siguen vivas y siendo fuertes, por lo que los esfuerzos interinstitucionales como la recuperación de redes ilegales deben continuar para salvarlas de la extinción. Por su parte, Diego Ruiz Sabio, director del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar celebró los esfuerzos conjuntos para estudiar y proteger a la vaquita.
“Es indispensable que se continúe con esta coordinación y reforcemos nuestros esfuerzos, particularmente para delimitar el polígono con mayor cantidad de ejemplares en esta reducida zona del alto golfo de california en donde se puede explorar la posibilidad de instalar un cerco flotante que mantenga fuera a las embarcaciones”.
Todos los animales observados son ejemplares sanos, lo que representa nuevas esperanzas para la posibilidad de la recuperación de
esta especie. Esta acción coordinada se hizo entre la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Secretaría de Marina, Sea Shepherd Conservation Society y el Museo de la Ballena y Ciencias del mar, con la colaboración de investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).