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El cerro de Paula no afectará operaciones en el AISL

26 de Diciembre 2019
Aeropuerto de México
Aeropuerto de México

Como cualquier gran obra, el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía presenta algunos retos, sin embargo, no se comparan a la complejidad técnica de construir un aeropuerto en el lecho de un lago, como se pretendía hacer en Texcoco, a pesar de todos los esfuerzos, ese aeropuerto iba a hundirse varios centímetros al año, necesitando de costosos mantenimientos de manera permanente.

En el caso del Aeropuerto de Santa Lucía, la SEDENA y la Fuerza Aérea Mexicana, al revisar detenidamente el Plan Maestro inicial, detectaron un contratiempo, el Cerro Paula afectaría la aproximación y ascenso al despegue de las aeronaves, también las operaciones de sur a norte estaban comprometidas por la Sierra de Guadalupe.

La SEDENA analizó emplazar dentro del polígono existente la totalidad del aeropuerto, pero se detectó que, gracias a las longitudes de las pistas, las aeronaves no podrían proporcionar vuelos de largo alcance y se planteó la necesidad de la adquisición de los terrenos circundantes a la Base Aérea Militar No. 1 de Santa Lucía.

A pesar de que el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía fue declarado como una obra necesaria para la seguridad nacional y que gracias a esta denominación se pudieron haber expropiado los terrenos necesarios para continuar con la construcción, no se hicieron las cosas de esa manera, en cambio, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), compraron los terrenos a los ejidatarios, sin intermediarios y a un precio justo.

Ya con los terrenos adquiridos, se realizó una modificación completa al Plan Maestro de Santa Lucía, se rediseñó el aeropuerto tomando en cuenta al cerro de Paula y los nuevos terrenos, de esta manera se evitaría tener que eliminar dicho cerro y afectar al entorno cercano y la ecología.

El emplazamiento y nueva configuración del sistema de pistas se realizó con la ayuda del Agrupamiento de Ingenieros “Santa Lucía”, la Dirección General de Aeronáutica Civil y los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, así como con la asesoría de las empresas NavBlue y ADP Ingénierie.

Entre los nuevos lineamientos en el Plan Maestro de Santa Lucía se determinó que la separación entre los ejes de las pistas debería ser, de por lo menos, 1600 metros, esto permitirá atender a un número mayor de operaciones, en comparación con las que se realizan actualmente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, además, gracias a la extensión de 4,500 metros de las pistas, Santa Lucía será un aeropuerto rentable y atractivo para la aviación comercial y de carga, pues aviones con mucha más carga podrán despegar y aterrizar en este aeropuerto.

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