En la última semana, un juez de Control ordenó la detención preventiva del exmandatario de Nuevo León, Rodrigo Medina, la Interpol emitió una ficha roja para la captura del exgoberndor de Veracruz Javier Duarte y, hasta el cierre de esta edición, el ahora ex consul de México en Barcelona, el también exmandatario de Veracruz, Fidel Herrera, renunció a su cargo tras acusaciones de que se aplicaron medicinas apócrifas en su mandato.
La madrugada del jueves, Rodrigo Medina fue detenido e ingresó al penal de Topo Chico luego de que un juez de Control le dictó prisión preventiva por los delitos de peculado y daño al patrimonio.
El exmandatario fue recluido al terminar su audiencia que se prolongó durante más 10 horas, donde el juez de Control Miguel Ángel Eufracio, decretó su arresto como una medida cautelar. Sin embargo, no tardó ni 24 horas para que un juez le otorgará la libertad inmediata.
El exgobernador y varios de sus colaboradores están involucrados en la presunta entrega de 3 000 millones de pesos en beneficios superiores a la ley para la empresa automotriz Kia durante la administración de Medina.
La detención de Medina se dio justo cuando la Interpol hizo pública una ficha roja contra el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, la cual, de acuerdo con la vocera de la Procuraduría General de la República, Natalia Briseño Campillo, se emitió desde el pasado 14 de noviembre. Duarte de Ochoa es buscado en más de 190 países por su presunta responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Sobre Fidel Herrera, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) fue quien informó de su renuncia irrevocable, quien desde el 19 de octubre de 2015 se desempeñaba como cónsul de México en Barcelona.
En entrevista radiofónica, el veracruzano dijo que regresaría a México para defenderse porque, afirma, “Javier Duarte y yo no somos iguales”. Miguel Ángel Yunes Linares, ahora gobernador de Veracruz, acusó que en la administración de Fidel se aplicaron tratamientos falsos de niños con cáncer. La táctica la continuó Duarte.
