Periodismo imprescindible Martes 24 de Diciembre 2024

Guerreras tatuadas

Recuperar la seguridad y reconciliarse con el cuerpo puede ser algo duro tras una mastectomía, por ello Heart Ink tiene una misión: lograr que las mujeres cubran las cicatrices de su piel y sanen con tatuajes lo más profundo de su alma
23 de Octubre 2017
Foto: Heart INK México
Foto: Heart INK México

Yamily Villagómez trabajaba en una agencia de publicidad cuando uno de sus clientes le encargó una campaña en torno al cáncer de mamá, y las cifras de los índices de mortalidad en México le resultaron impactantes. Ese fue el origen de Heart Ink México, que inició sólo como un proyecto altruista, y que ahora busca fondos con el propósito de constituirse como una Fundación que ayude a las supervivientes de este mal a transformar sus cicatrices de dolor en huellas de una lucha reivindicada a través del arte en la piel.

Para cumplir su propósito, Yamily tenía que reunir a distintos artistas del tatuaje que quisieran sumarse a esta causa. La idea la tomó de un sitio en Estados Unidos, llamado P.INK, que ya había sido famoso por el trabajo que los tatuadores hicieron con las mujeres sobrevivientes del cáncer de mama.

En su primera temporada, el proyecto obtuvo financiamiento mediante campañas de fondeo colectivo (crowfunding). Se reunió dinero suficiente con el objetivo de que nueve mujeres fueran tatuadas. Aunque los tatuadores y tatuadoras donaron su tiempo, se requería dinero para las tintas y los traslados de las mujeres elegidas, pues no todas vivían en la Ciudad de México y, sobre todo, estos no son tatuajes sencillos que se hagan en sólo una sesión. El proceso puede ser largo y doloroso, ya que la sensibilidad en la piel cicatrizada muchas veces aumenta.

Siempre ha sido un proyecto sin fines de lucro, pero cada vez comenzó a ocupar más y más tiempo de Yamily, quien abandonó su empleo a fin de dedicarse de tiempo completo a esta causa. Por ello la necesidad de constituirse como una Fundación y así poder recibir donativos que les permitan ampliar el impacto social del proyecto.

Y es que si bien han contado con el apoyo de muchos tatuadores, artistas y diseñadores  –incluso les han donado piezas con las que realizaron una subasta que les permitiera continuar con el proyecto–, lo cierto es que ya es necesario dar el siguiente paso para consolidarlo.

Todos los tatuadores han sido voluntarios. Al arrancar el proyecto, 150 postularon y entre ellos fueron seleccionados 35 en todo el país, por la calidad de su trabajo, su experiencia y técnica.

TINTA Y PODER

Montserrat Hernández descubrió un bulto en su seno izquierdo una tarde cualquiera, mientras hacía labores domésticas. Se revisaba constantemente y jamás tuvo ningún síntoma. Sin embargo, cuando detectó el tumor este ya había crecido demasiado y extirparlo no sería suficiente. Tenía la alternativa de evitar o postergar una mastectomía y que sólo retiraran el tumor; no obstante, para ello habría tenido que optar por recibir quimio y radioterapia. Ella no quería que su familia sobrellevara un proceso tan doloroso, así que tomó una decisión radical y pidió que le retiraran todo el seno afectado. Cuando supo de Heart Ink, su cirugía estaba aún reciente, la herida aún dolía. No era recomendable todavía tatuarla, pues ni siquiera había cicatrizado del todo. Mas ella quería ser parte del proyecto; se puso en contacto con Yamily y decidió tatuarse en la espalda, justo del mismo lado del que había perdido su seno.

Otra de las “guerreras” –como las llama Yamily– que participó en la primera temporada de Heart Ink México fue Jareny Roldán, cuyo caso también es especial pues a los 19 años le fueron detectados pequeños tumores en toda la zona pectoral. En ese momento, lo primero que se pensó es que podía ser cáncer, debido a los antecedentes que había de la enfermedad en la familia de Jareny, aunque por su edad, realmente no recibía la atención adecuada y ella lo único que podía sentir era miedo.

Finalmente, tras muchos estudios y meses en los que la joven y su madre pugnaron porque tomaran su caso en serio, los médicos llegaron a la conclusión de que tenía  fibroadenomas que tarde o temprano podrían derivar en tumores cancerígenos. Por ello decidieron retirarlos en una cirugía que marcó el cuerpo de apenas 19 años de la chica. Entonces, fue aceptada en Heart Ink, justo porque su caso era especial y el mensaje que ella podía dar a otras mujeres era que la edad no importaba, hay que revisarse y cuidarse siempre.

Aunque el primer tatuaje de Jareny lo hizo otro tatuador, tras el cambio que la tinta provocó en la personalidad y la autoestima de la chica que ahora tiene 21 años, decidió ir al estudio de Andie Sweethell, voluntaria que tatuó a Georgina, la primera guerrera que confió en Heart Ink. Con Andie, Jareny se hizo tres tatuajes más, todos relacionados con la lucha que vivió, pero sobre todo, con el proceso que padeció para volver a mirarse al espejo con orgullo.

Estas historias han motivado a Andie Sweethell y a otras tatuadoras y tatuadores a seguir apoyando a Heart Ink México, que ahora se ha propuesto ampliar sus redes a fin de ayudar a mujeres de todo el país, e incluso llegar a Centro y Sudamérica.

“Tal vez muchas mujeres en México aún no conocen el potencial que puede tener un tatuaje estéticamente. En muchas partes del mundo hay ayuda para cubrir cualquier tipo de cicatriz, pero aquí no se conoce tanto. Se necesita más difusión para que la gente sepa de qué se trata, los beneficios que pueden tener y sobre todo que esto también es una oportunidad para que las mujeres que han sobrevivido al cáncer compartan con más mujeres su experiencia tras tatuarse, y que este movimiento se expanda”, afirma Andie, quien se siente satisfecha por haber tatuado la piel y tocado el alma de quienes han padecido tanto dolor.

¿Qué es Heart Ink?

Desde el 2015, Heart INK México es una campaña motivacional para mujeres sobrevivientes de cáncer de mama.

Se encargan de hacer tatuajes a mujeres que hayan sufrido por el cáncer de mama, tapando la cicatriz de alguna intervención estética.

Las mujeres pueden tatuarse de forma gratuita, siempre y cuando sean sobrevivientes de esta enfermedad.

El médico debe aprobar el procedimiento, y para quienes esté contraindicado en la zona intervenida, está la opción de hacerlo en otra parte del cuerpo.

Médicos, tatuadores, diseñadores y cualquier persona puede ayudar de forma voluntaria donando su talento y su tiempo.

Si quieres apoyar a Heart Ink a convertirse en una Fundación y ampliar su impacto, entra a donadora.mx/projects/heartink-mexico y dona desde 100 pesos.

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