Una crisis emocional es un conjunto de reacciones físicas, pensamientos y emociones que se presentan ante una situación que nos pone en peligro o que amenaza nuestra integridad, sin embargo, podemos ayudar a nuestro cuerpo con una serie de ejercicios tan básicos como respirar.
Quienes enfrentan esa situación sienten el corazón acelerado, falta de aire, sudoración en las manos, dolor de cabeza, sensación de mareo, presión en el pecho, deseos de llorar, pensamientos negativos, sensación de inseguridad, sensación de salir corriendo, confusión, pensamientos catastróficos y temores hacia el futuro.
No obstante, puedes hacer un breve ejercicio: inhala en seis tiempos, retén por cinco segundos y exhala en los mismos seis tiempos. Repetir este proceso en cuatro ocasiones te ayudará a sentirte mejor durante una crisis emocional tras situaciones de desastre.
Pero no es lo único, Vanesa Rodríguez, CEO de e_bei (e-businness emotional intelligence), cuya función es enseñarte técnicas con el propósito de que resuelvas conflictos desde el manejo de las emociones, también nos ofrece una serie de consejos, con la finalidad de que prepares tu cuerpo para enfrentar estas situaciones:
Sacude tus brazos, de manera que parezca que sacas la energía negativa; posteriormente, simula la acción de barrer dicha energía.
Si tienes un suéter o chaleco, quítatelo. Hazlo como una serie: te lo quitas y te lo pones. Te liberará sentir que desechas un peso de tu cuerpo.
Pon tu mano en el pecho. ¿Sientes? Es tu corazón y te indica que sigues con vida. Quédate con ese pensamiento.
Coloca tus manos a la altura de las vértebras lumbares, y mueve tu espalda y cuello hacia atrás; crea un arco con tu cuerpo. Tu pecho quedará en una posición descubierta y así liberaras energía del corazón.
Camina con pasos firmes. A cada paso que des, afirma tus piernas en el piso, de lo contrario te puedes tambalear y, en caso de emergencias, podrías caer.
Recuerda abrazar a las personas o incluso abrazarte a ti mismo. ¿Cómo?: cruza tus brazos sobre tus hombros. Listo, es un abrazo para ti.
Laura Cordero